'Todos los presidentes mienten', asegura Jorge Ramos

'Todos los presidentes mienten', asegura Jorge Ramos

"Todos los presidentes mienten. Bueno, no todos, y no todo el tiempo", asegura Jorge Ramos en su columna de opinión en inglés en el portal de Internet de la cadena Fusion, donde tiene su propio programa "America with Jorge Ramos", en horario estelar.

El periodista mexicano expone que no puede existir mejor lección de periodismo que la que enseñó Ben Bradlee, editor ejecutivo de The Washington Post de 1968 a 1991, y quien recientemente falleció después de luchar contra una larga enfermedad.

"Nos enseñó que nuestro trabajo como periodistas es retar a quienes están en el poder. Todo el tiempo", escribe Ramos en su columna.

Bradlee, continúa Ramos, fue el responsable de la cobertura del escándalo del Watergate, que llevó a la renuncia del Presidente Richard Nixon en 1974.

"Por supuesto, Nixon negaba que su administración encubría el escándalo del Watergate, no era la primera vez que un presidente mentía, y sin dudas tampoco fue el último".

Ramos enumera una lista de mandatarios que han mentido, incluso de quienes lo engañaron a él durante entrevistas televisivas para Noticiero Univision.

Comienza con el fallecido Hugo Chávez, quien le aseguró en 1998 después de llegar a la presidencia por primera vez, que entregaría el poder después de su primer mandato, incluso antes. También prometería que no habría nacionalización de la industria venezolana y que se respetarían los derechos de la prensa independiente. "Otras falsedades", recuerda Jorge Ramos.

Y pasa al mandatario Fidel Castro, quien poco después del triunfo de la revolución cubana en 1959, declararía en repetidas oportunidades que "no somos comunistas". Han pasado 55 años y Raúl Castro, el hermano, mantiene uno de los "régimenes comunistas más represivos en el mundo".

Ramos entra en el controversial tema del conflicto en el Medio Oriente.

"Recordemos que más de 120 mil civiles iraquíes y más de 4, 500 soldados estadounidenses murieron en la guerra de Irak, un conflicto innecesario que se arraiga en la deshonestidad oficial acerca de la existencia de las armas de destrucción masiva. La mayoría de los periodistas han cuestionado esa afirmación".

Y en el análisis no podía faltar México. Expone que su país tiene una larga historia de presidentes deshonestos, empezando por el hecho de que llegan a la oficina presidencial resultado del fraude electoral.

Menciona la masacre de Tlatelolco en 1968 y llega a los momentos actuales, donde periodistas -especialmente de la prensa digital- no se han quedado en el silencio ante los 43 estudiantes desaparecidos en Tlataya e Iguala, una masacre que involucra a la policía y el ejército, según el periodista.

Ramos arremete contra el mandatario mexicano:

"La respuesta del Presidente Enrique Peña Nieto ha sido la parálisis y el silencio, pero estos periodistas se mantendrán haciendo preguntas hasta que la verdad sea revelada".

"No cada presidente corrupto y deshonesto pierde el poder como le pasó a Nixon, pero Bradlee y sus reporteros en The Washington Post demostraron que cada político debía estar temeroso de eso. Nada es más revolucionario que la verdad", concluye Ramos en su columna de opinión en Fusion.

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Jorge Ramos

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