Pues sí, trabajar en casa cuando se tienen gatos es imposible

Los gatos son una belleza, pero por alguna razón, cuando los humanos tratamos de trabajar en casa en su presencia, ellos pierden por completo sus buenos modales.

Cole (el gato negro) y su nuevo hermano Marmalade son el perfecto ejemplo de ello: los adorables mininos quieren que sus humanos le presten menos atención a la computadora y los llenen de caricias, y para conseguirlo no les importará morder y tirar el mouse, pisar el teclado, y hasta robarse su silla.

Quienes han vivido esto en carne propia saben también que no se puede dejar un bolígrafo o una nota en papel a la vista, pues los felinos en casa se encargarán de llevárselos a su escondite predilecto o de mordisquearlos hasta que no quede nada de ellos.

Con compañeros de trabajo como éstos, la jornada laboral sin duda se hace bastante divertida.

(h/t Tastefully Offensive)

-- La versión original de esta nota fue publicada en inglés por Avery Stone en HuffPost Comedy. La versión en español es de Sonia Ramírez.

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