Lourdes Stephen y su esposo Michael Puchades pasaron unas vacaciones muy románticas con algunos toques de glamour y otros salvajes.
Las increíbles vacaciones que fueron planeadas para festejar el cumpleaños del esposo de Lourdes comenzaron en Seattle, donde pasaron unos días antes de tomar un crucero, para disfrutar de Alaska y caminar sobre los glaciares. Luego se fueron a Las Vegas donde estuvieron dándose masajes en hoteles exclusivos, y haciendo compras para terminar en el Gran Cañón del Colorado, en donde durmieron en el desierto con el cielo y las estrellas de techo y el sonido del río de fondo.
En exclusiva hablamos con la presentadora de "Sal y Pimienta", quien nos definió estas vacaciones como "un regalo de Dios".
Lourdes, ¿cómo planificaron estas vacaciones tan diferentes?
Mi esposo se encargó de toda la planificación. El viaje fue en su honor para celebrar su cumpleaños.
¿Los sitios que visitaron tienen un significado especial para ustedes?
Son muy especiales ya que ninguno de los dos habíamos estado en ellos. Seattle nos encantó, Alaska fue súper divertido y diferente. Cambiamos playas por glaciares y palmeras por pinos, ¡una belleza! Estar en el Gran Cañón parecía un sueño. Siempre lo habíamos disfrutado desde arriba, pero la perspectiva desde el Río Colorado, es otra. Una bendición de Dios haber vivido esta bella experiencia.
¿Que tal la experiencia de dormir a la intemperie?
Jamás pensé que iba a ser capaz de hacerlo [risas]. Pero fue muy bonita. Mi parte favorita de todo el viaje fue estar acostada en el catre, tomada de la mano de mi esposo, justo al lado del río, escuchando su constante susurro, mientras las estrellas iluminaban la noche... ¡Hermoso!
Eso suena muy romántico, pero ¿tuviste miedo en algún momento?
Sí me dio miedo porque por ahí habían alacranes, cascabeles, arañas, coyotes y sabrá Dios que otras cosas más. Todo lo puse en manos de Dios y salió a la perfección.
Sin duda podrían haber visitado cualquier parte del mundo, pero eligieron viajar simple, ¿que diferencia sentiste entre un viaje glamoroso y éste combinando ambas cosas?
Fue una combinación interesante, pasamos de estar en una balsa, a darnos masajes en uno de los más lujosos hoteles de Las Vegas [risas]. Disfrutamos cada momento, entendiendo que a veces la vida misma puede ser así: te sube, te baja... Recordándote que lo más importante no es la simpleza o el lujo, sino estar al lado de la persona que amas.
¿Qué disfrutas de estar con tu esposo cuando no tienes más compromisos que pasarla bien?
Si en compromisos y afanes diarios la pasamos bien, imagínate cuando estamos enfocados solo en disfrutar. ¡Un regalo de Dios!
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