La numerología es una herramienta de autoconocimiento, nos permite saber cuáles son nuestros puntos fuertes y débiles, reconocer quiénes somos y quiénes queremos llegar a ser. Si sumamos nuestra fecha de nacimiento completa (día, mes y año), obtenemos nuestro número personal. Como las sumatorias suelen dar dos cifras, estas se reducen a una, ya que la numerología analiza en profundidad los números del 1 al 9. Hay algunos casos en los que las dos cifras dan un número especial, conocidos como Números Maestros: 11, 22, 33 y 44.
Todo aquel que porte alguno de estos números en su fecha de nacimiento posee una vibración superior, está dotado con cualidades que no son dadas a la mayoría de las personas. Estos números maestros son dados especialmente a las almas antiguas, y quienes los tengan han evolucionado a través de muchas experiencias terrenas, son canales de enorme energía además de poseer características especiales como la intuición y la clarividencia.
Sin embargo, ser número maestro no hace a uno mejor que los demás, la finalidad de estos números está asignada para que la persona evolucione, crezca y desarrolle sus potenciales, especialmente los humanísticos. A menudo quienes nacen bajo estas vibraciones maestras se ven enfrentados a disyuntivas morales, sus motivaciones no siempre serán comprendidas y a veces se sienten aislados o poco aceptados.