Cuando publicamos esta semana el blog "Violencia doméstica: ¿Por qué las mujeres se quedan?", muchas víctimas decidieron contar sus historias.
La campaña #WhyIStayed o #PorquéMeQuedé -a raíz de que saliera a la luz pública un video de la exestrella de los Baltimore Ravens, Ray Rice, golpeando a su ahora esposa en un elevador- ha motivado a muchas victimas de violencia doméstica a confesar lo que vivieron o están viviendo, pero sobre todo a darle esperanza a muchas otras de que sí hay una luz - si queremos- en el vicioso círculo de la violencia doméstica.
¿Por qué las mujeres abusadas se quedan en una relación que las puede llevar hasta la muerte? A continuación lo que nos compartieron en HuffPost Voces. Hemos decidido mantener el anonimato de quienes lo han solicitado:
Por mis hijos
"Soy hondureña y tengo tres hijos. Mi marido se vino a Estados Unidos y me dejó a mí y a mis tres niños de 5, 4 y 1 año en ese momento en San Pedro Sula. Cuatro años después crucé a México y allí nos trataron peor que se trata a un perro. Nos odiaban por ser hondureños. A mi hija la trataron de violar. Cuando finalmente llegamos a California nunca imaginamos que la propia familia de mi esposo abusaría de mis hijos. El más pequeño fue violado por el hermano menor de mi marido, nunca supimos nada hasta que mi hijo ya de grande un día en una borrachera lo comentó. Mi hijo no tiene remedio usa drogas, se emborracha, le pega a las novias y está más solo que un perro. En medio de todo esto, yo he tenido que soportar los abusos y el maltrato del padre de ellos que desde que emigró a este país cambió mucho. Yo no conozco otra vida, creo que debe haber una mejor, pero no tengo forma de cambiar la que tengo. No puedo. Lo único que sé es cuidar niños y ser criada de otros. Ya mi marido está viejo y no nos queda otro remedio que estar juntos", mujer hondureña, 52 años.
Por principios religiosos
"Felicito a todas las mujeres que han podido dejar a un hombre abusador. Yo me casé con el padre de mis hijos aún cuando me pegaba cuando éramos novios, siempre pensé que podía cambiar. Me pegaba y después iba a la iglesia a pedir perdón porque lo había hecho borracho. Me divorcié de él y mi otra pareja también me golpeó muchas veces. Soy del Estado de México y ahora vivo en Tampa, pero he encontrado en Jesucristo nuestro salvador la salvación, él Señor TodoPoderoso nos puede llevar a un buen camino con nuestras familias", mexicana, 48 años, residente en Tampa, Florida.
Porque no encontraba opciones
"Yo fui víctima de violencia doméstica en las manos del padre de mis hijos. Siete años de infierno. Hacer conciencia y ofrecer opciones es muy importante. Gracias", cubanoamericana, 48 años, residente en Miami.
Por miedo
"Yo también estuve ahí, y viví ese miedo intenso no sólo a sus palabras, manipulaciones, ofensas y juegos mentales. Una siente esa sensación de pérdida yo ya no sabía quién era, me había perdido a mi misma. Me ha tomado años recuperarme. Salí corriendo y juré nunca volver a la ciudad donde él vivía. Hoy la vida, luego de casi cuatro años, me ha puesto en el mismo país. Tengo que reconocer que al aceptar volver por trabajo tenía mucho miedo de cruzármelo. Lo increíble es que cuando volví a caminar por esas calles donde él pudiese estar, sentí mucha fuerza y una gran indiferencia. Toma mucha fuerza interior salir de una situación así. Pero sí se puede, y uno puede lograr recuperarse y aprender sobre experiencias tan traumáticas como éstas. Gracias nuevamente por este artículo, estoy segura que va a dar valentía, fuerza y determinación a muchas que dudan en poder lograrlo", peruana, quien residía en Nueva York.
Por miedo a la deportación
"Admiro a quienes pueden dejar y enfrentarse a un abusador, por su artículo y porque usted es periodista creo que tiene los recursos para luchar contra la persona que la maltrató. ¿Pero qué hace una mujer que no puede pagar un abogado, que no tiene papeles, que tiene miedo a denunciar porque te deportan y te quitan a los hijos. Debía pensar en esas mujeres también", salvadoreña, residente en Carolina del Sur.
Vivía bajo las amenazas más atroces
"Recuerdo que una vez escribí un artículo sobre una madre dominicana del Bronx, que estaba luchando en la corte que le devolvieran a su hija de 5 años. Mientras escuchaba su testimonio de abuso yo la escuchaba y no podía concebir la maldad de un hombre hacia su compañera. La tenía dentro de su casa sin llaves, sin nada de dinero, sin comida, sin documentos como su pasaporte, sin teléfono, etc. Y bajo las amenazas más atroces. Luego le quitó la hija, porque la madre estaba dizque loca. ¿Cómo una mujer en estas circunstancias va a vislumbrar una salida? Aprendí a no juzgar y no repetir lo que tantas otras personas le dicen a una mujer maltratada ese ¿por qué no lo dejas? que tanto le gusta decir a los que no están en esa situación. Pero es que el hombre abusador se las arregla para destruirlo TODO", Joselly Castrodad-Camblor, periodista y escritora puertorriqueña residente en República Dominicana.
Por temor a revelar tu intimidad
"Tiene que ser muy duro desprenderse de esas parcelas de intimidad, pero un tema como éste pide a gritos ese tipo de testimonios [...] Como todas las historias de sufrimiento humano, se escapa de los esquemas y las soluciones simplistas y nadie está a salvo de ellas", española, residente en Asturias.
No desistamos de la lucha, comparte tu historia.
Historias relacionadas
Before You Go
