Tienes mucho de qué ocuparte en vez de prestarle atención a trivialidades que posiblemente no te van a cambiar la vida. Pero hay ratitos y personas que por más que los quieras ignorar ponen a prueba tu paciencia y tu tolerancia, y hasta pueden “sacarte el monstruo”. ¿Reconoces alguno de estos?
- Estás en una larga fila para ordenar tu comida a un cajero. El que va antes que tú tuvo tiempo suficiente para mirar el menú, pero no… espera a que llegue su turno para entonces ver el menú con toda su santa calma, preguntar, pensar, hacer todo tipo de muecas, consultar con la cajera y con el que le acompaña, y entonces ordena todo tipo de cambios en el plato original…
- Alguien cercano insulta tu inteligencia o quiere “verte la cara”.
- Oyes decir a una chica, refiriéndose a su embarazo “inesperado”: “No sé cómo pasó (tú sí sabes; le puedes explicar)”; “No esperaba quedar embarazada” (no se cuidó ¿y no lo esperaba?); “Fue un accidente” (siempre que hay choque entre dos, hay consecuencias).
- Cuando viajas a los Estados Unidos (sobre todo al norte) y te advierten en plena Navidad que no digas “Merry Christmas” porque no es “políticamente correcto”, y que debes decir “Happy Holidays” para “no tener problemas” y respetar los derechos de otros.
- Cambia la luz del semáforo de roja a verde y el del auto del frente ni se entera.
- Tienes prisa y los empleados de la tienda o del restaurante están más interesados en conversar que en trabajar.
- Cuando deciden entrenar a un cajero nuevo en el mismo instante en que llegaste a pagar lo que compraste.
- Eres soltero (a) y feliz y quieres irte de viaje en un crucero, pero las mejores ofertas son para parejas. A ti te costaría más del doble.
- Te casaste y la familia y los amigos te presionan tenazmente preguntándote cuándo vas a tener un bebé (como si fueran a trasnochar contigo o a mantener el niño).
- Te tropiezas con el amigo sabelotodo que pretende decirte cómo vivir, pero su vida está al revés.
- Tienes que descifrar la carta de alguien que a fuerza de abreviar en Twitter y texteando, ya no sabe escribir.
- Alguna jovencita (tu hija o su amiga, por ejemplo) habla como una arrogante experta, y te trata como si no supieras nada de la vida y creyeras en la cigüeña.
- Tu amiga habla pésimo de su pareja y basta que tú comentes algo malo sobre él para que ella lo canonice y se pelee contigo.
- Tu pareja se apodera del control remoto del televisor y cambia tanto de canal que no puedes ver completo ningún programa (graba, por si acaso).
- Alguien se sienta a ver TV contigo, y te interrumpe 20 veces para que le expliques la trama porque no acostumbra ver ese programa.
- Llegas a donde ibas y se te olvidó lo que tenías que llevar.
- Viajas en fin de semana y se atasca o rompe el cierre del único traje de noche que llevaste.
- Se te hace imposible compartir en un grupo porque alguien acapara la atención obsesivamente y no deja hablar a nadie.
- Esperas tu turno en una oficina médica y los que llevan niños no saben controlarlos.
- Te reúnes con alguien que contesta el celular, textea, escribe, lo interrumpen, todo mientras le hablas, y no presta atención a lo que dices.
- Intentas confrontar a alguien que hizo algo incorrecto y reacciona de una estas formas: le echa la culpa a otro (tal vez a ti) instantáneamente; se hace la víctima del destino; finge que se le olvidó lo que hizo; o alega no saber a qué te refieres (y lo sabe).
- Vas a comer o a beber con alguien que, aunque no le sirvan la bebida o comida como la pidió, no la protesta ni la devuelve, como si se las estuvieran regalando. Si tú protestas, se molesta contigo, pero se queja de lo mismo toda la noche.
- Propones algo y la otra persona, por puro reflejo, contesta “no es posible” o “no”, sin dejarte terminar de explicar.
- Te mandan a callar como si fueras un niñito.
- Llegas tarde al aeropuerto para descubrir que te cambiaron la puerta de salida.
- Entras a una casa donde hay tanto desorden que no sabes dónde sentarte ni por dónde caminar.
- Cuando vas a pagar en el supermercado, notas que olvidaste los cupones de descuento.
- Te perdiste en la carretera y tienes prisa por llegar.
- No encuentras estacionamiento y vas tarde.
- Un vendedor te acosa mientras miras la mercancía en una tienda.
- Las mujeres que se jactan de negarles sexo a los maridos para tener poder sobre ellos (muy peligroso).
- Cuando cuentas algo y te interrumpen 20 veces intentando adivinar el resto de la historia.
- Cuando tus hijos no pueden estrenar un juguete porque olvidaste comprar las baterías.
Before You Go
