A veces es mejor subir por las escaleras.
Tal es el caso de El Peñón de Guatapé, un monolito de 10 millones de toneladas localizado en una zona aislada de Colombia. Después de que un grupo de amigos escalara la roca en los años 50 usando nada más que un tablón de madera, alguien tuvo la buena idea de construir una escalera de 600 escalones en la enorme grieta de la piedra.
Y tenemos que darles las gracias, porque aunque nuestros estómagos prácticamente explotan ante la idea de una subida tan angosta, las vistas desde la cima -- de los lagos serpenteantes y las exuberantes islas de Guatapé -- son épicas.
El Peñón de Guatapé, también conocido como El Peñol, se encuentra a unas dos horas por autobús de Medellín, la segunda ciudad más grande de Colombia y un destino turístico popular. Al llegar, puedes caminar hasta la roca y pagar la entrada para subir por las escaleras.
En la cumbre de El Peñol, encontrarás una torre de tres pisos (aparentemente puedes subir al techo, por si la escalada no fue lo suficiente nauseabunda) y puestos que venden recuerdos, “reliquias religiosas” y cerveza.
Algunos visitantes sugieren tomar una siesta en la cima… y no parece una mala idea.
La versión original de este artículo fue publicada en HuffPost Travel por Suzy Strutner. La traducción es de María Guardado.