Fabricio, defensa del equipo brasileño Porto Alegre, recordará por siempre el partido de este fin de semana ante Atlético Mineiro.
En una jugada atropellada para evitar un gol, el futbolista corrió al área y no pudo detener un su andar, sino hasta que el poste se atravesó.
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Un golpazo en los genitales dejó al brasileño un par de minutos tendido en el terreno de juego, sin embargo pudo reponerse y seguir, sólo para ser testigo de la derrota de su equipo 1-0.
Duele sólo de verlo.