Estar gordito tiene sus bemoles. Pero cuando se trata de un cachorrito bulldog tan tierno como éste, la pancita es lo de menos.
Jugar con papá es divertido siempre y cuando no terminemos tumbados en el piso. Pero, ¡bah, no pasa nada! Levantarse debe ser algo sencillo…
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Bueno, luego de "nadar" sin agua durante un momento… el perrito logró rodar hacia el lugar correcto.
¡Una gran victoria para un pequeñito inagotable!
No te pierdas a estos otros perritos a los que les gusta rodar por el suelo y a un cachorro de pit bull que ama hacer siesta con su hermanito humano.