- Lo que llaman en inglés nagging. Las mujeres piden que el hombre haga algo y lo repiten y repiten y repiten, como si el hombre lo fuera a hacer porque ella lo está repitiendo. El hombre lo oye la primera vez; lo hará en su tiempo (si no se le olvida).
- La costumbre de llegar a conclusiones sin saber toda la información, comentar y crear toda una historia y una histeria sobre el tema.
- Contar lo que ha pasado con lujo de detalles y preámbulos, en vez de decir en seguida lo importante que van a decir.
- Usar trajes muy anchos estilo globos a menos que estén embarazadas.
- Comentar lo que es obvio.
- Insistir en hablar de lo gordas que están cuando no es cierto.
- Hablar de dietas a la hora de comer.
- Hablar demasiado, no saber escuchar, interrumpir cuando el hombre le habla y completarle la oración sin esperar a que él termine.
- Regañar a los hombres como si fueran sus madres.
- No ser las iniciadoras de la relación sexual con mayor frecuencia.
- Exagerar todo lo que dicen.
- Comprar mucho y tomarse mucho tiempo comprando.
- Pretender que el hombre sacrifique el tiempo que dedica a su pasatiempo, enredándose en el asunto del “tiempo para estar juntos”.
- Los estándares dobles; a veces decir “sí” y a veces decir “no” a lo mismo.
- No aceptar al hombre como es, como lo conocieron, y verlo como una casa que necesita reparaciones.
- Insistir en la imagen de Hollywood de lo que es un hombre y pretender de él lo que hacen y lo que los galanes de cine por las protagonistas.
- Siempre están pensando en lo próximo, en vez de disfrutar el ahora.
- En esa misma línea, siempre están pensando en el próximo gran paso de la relación o de su vida, mientras el hombre solo piensa en la próxima comida.
- Están predispuestas a criticarlo todo de todo el mundo y de todas las situaciones.
- Usan como armas las emociones y el sexo.
- Se quedan fijadas en lo que el hombre está pensando y preguntándole: “¿En qué estás pensando?” El hombre está orientado hacia la acción. Observa lo que él hace y sus cambios en conducta, y sabrás lo que le está pasando.
- Ridiculizar a su pareja o amigo en público.
- Contar a sus amigas (os) los hábitos, manías y/o intimidades de la pareja o amigo.
- Contar a sus familiares lo que hacen y los planes que tienen como pareja, sin acordarlo con él.
- Compartir con otros de antemano algo que el hombre piensa que él debió saber antes.
- Hablar demasiado por teléfono.
- Llamar por teléfono constantemente (sobre todo las llamadas de 1 minuto) a su pareja o amigo.
- Indagar el Facebook de la pareja o amigo, la gente que aparece en él, sus otras redes sociales, su celular y los números de teléfono y hacer preguntas sobre todo lo anterior.
- Averiguar las gavetas y archivos del amigo o novio.
- Ser excesivamente celosas.
- Uso excesivo de maquillaje.
- Encuestar a familiares, amistades y compañeros de trabajo, sobre los romances anteriores y la vida personal de su pareja o amigo.
- Tener una memoria privilegiada de personas y escenas que sacan a relucir desprevenidamente en los momentos más críticos.
- Consultar con las amigas demasiadas decisiones, unas pequeñas y otras importantes.
- No saber controlar el texteo durante cenas y momentos importantes de pareja.
- Se quieren llevar el guardarropa completo para un fin de semana.
- Pelear consistentemente, a diario, por las mismas cosas que muy probablemente nunca cambian, como por ejemplo: el tubo de dentífrico sin tapar, trastes en el fregadero que no llegaron al lavaplatos, calcetines frente al televisor, vasos en la sala y otras fallas cotidianas.
Hombre que nos lees, ¿hay algo más que detestes de las mujeres? ¡Cuéntanos!
h/t: eharmony / theprinceplesofdating / la autora y los hombres a su alrededor.