Éste eras tú el viernes. ¿Te acuerdas del viernes?
Éste eres tú hoy. ES LUNES, ¡PONTE A TRABAJAR!
Así que el largo traslado al trabajo comienza.
Son las 7 a.m. del lunes y tu compañero de trabajo no se calla.
Y por supuesto que todo empeora porque todavía tienes resaca.
Y te das cuenta de que tienes que terminar todo el trabajo que pospusiste el viernes pasado.
Pero en serio, tienes mucho trabajo por hacer. Es hora de ponerte en acción.
Oye, chico. Ya pasaste mucho tiempo sin hacer nada. La hora de jugar ya pasó, ¿ok?
Sigues pasando el tiempo sin hacer nada. ¡Contrólate!
Es hora de enfocarse en las cosas o clientes realmente importantes o lo que sea que tengas que hacer.
¿Realmente crees que tendrás tiempo para hacer un descanso y comer? Ni lo pienses.
Todavía resta una hora de trabajo. Así que por favor regresa a tu cubículo.
¡DIJE QUE REGRESES A TU CUBÍCULO!
En realidad te estás cavando un hoyo a ti mismo con toda esta procrastinación.
Mejor olvidemos que es lunes y sacudámonos como un pug.
¡No olvides ir al gimnasio después del trabajo!
No, está bien, todos sabemos que sólo irás a casa por un trago.
Alistarte para ir a la cama después de este largo y estúpido lunes.
Porque el resto de la semana sólo irá en bajada a partir de ahora.
Esta nota fue publicada originalmente por Sebastian Murdock en HuffPost Weird News. La versión en español es de Sonia Ramírez.
Before You Go
