El recital de paradas de Tim Howard en el partido contra Bélgica del Mundial de Brasil convirtió en un héroe de Estados Unidos a quien ya lo era para los pacientes del síndrome de Tourette, una rara enfermedad que padece el arquero.
El portero de la selección de EE.UU. y el Everton inglés padece ese trastorno neuropsiquiátrico, genético y crónico que se manifiesta por tics motores y fónicos involuntarios, y aparece en la primera infancia.
"Puede ser algo tan pequeño como pestañeos, tics o aclaramiento de garganta o casos extremos con movimientos severos y hasta gritos que pueden debilitar físicamente y aislar socialmente", le explica a BBC Mundo Annetta Hewko, presidenta de la Asociación Nacional del Síndrome de Tourette de EE.UU.