Secretos de familia: 5 razones para que no existan

5 razones para que no existan secretos familiares

Ya me di cuenta de quién es el padre de la villana de una telenovela. Las telenoveleras sabemos que siempre hay grandes secretos de familia en una trama y queremos saber la verdad antes de que nos las digan. Por una hora olvidamos que todas las familias reales tienen sus propios libretos dramáticos o secretos que guardan con un celo extremo. Hasta que no se muere alguien (igualito que en la televisión) o se pone grave o hay un incidente catastrófico, no se sabe que aquel no era el padre del otro o que la niña heredó algo de un familiar lejano, o que fulano tiene otra viuda porque nunca se casó con la tía y otros muchos secretos más.

Algunos secretos son inofensivos y graciosos. Otros son dolorosos y afectan el presente y el futuro de mucha gente. Por eso los guardan tanto. ¿Pero será bueno guardar secretos dentro de la misma familia? No. Las siguientes son 5 razones de por qué no:

1. Destruyen relaciones.
Dentro de un matrimonio o una relación adulta significativa, los secretos pueden causar que se interrumpa la comunicación. El lazo emocional puede perjudicarse de manera irreparable, haciendo daño también a los hijos. No hay duda de que hay secretos que es mejor llevarse a la tumba, pero la mayoría de ellos, si su contenido no afecta la relación, deben compartirse.

2. Pueden afectar las vidas de los niños.
Los niños son extremadamente perceptivos. Se alarman y se ponen ansiosos si presienten que se les esconde algo serio que les afecta. El peor daño ocurre cuando llegan a pensar que es su culpa algo que ellos se dan cuenta de que está pasando en su hogar, pero no saben qué es. Un buen ejemplo es cuando perciben que mamá y papá tienen problemas, o que un adulto muy querido está enfermo. Dependiendo de la edad y la madurez del niño, es importante explicarles la situación de la manera más adecuada. Si tiene dudas, consulta a un profesional.

3. Causan sospechas, desconfianza y resentimiento.
Si los miembros de una familia saben o perciben que se les oculta un secreto, empiezan a desconfiar, a sospechar y a guardar resentimientos. Queremos creer que podemos confiar en los que tenemos más cerca, y que los seres que amamos y respetamos son sinceros y nos dicen la verdad. La confianza se pierde cuando alguien en la familia sabe que le guardaron un secreto, especialmente si fue acompañado de una mentira. La situación empeora cuando la vida entera de esa persona se afectó por ese secreto.

4. Crean un falso sentido de la realidad.
Entre los niños, esconder secretos de familia crea un falso sentido de la realidad. Los niños aprenden el mundo, de los adultos en sus vidas. Cuando eventualmente uno de los padres (o peor aún, alguien de afuera) le dice la verdad, su mundo se viene abajo. El impacto de los secretos es fuerte, no importa la edad, porque tambalea o destruye el mundo que la persona creó en su mente durante mucho tiempo.

5. Pueden causar enfermedad.
Guardar secretos traumáticos causa estrés excesivo y culpa en el que lleva la carga de esconderlo, aunque piense que el silencio es la mejor opción para todos. La persona puede sufrir de ansiedad, dolores de cabeza y/o de espalda y problemas digestivos, al internalizar en vez de compartir secretos que perturban. A veces se tornan al alcohol o a substancias adictivas para enmascarar su dolor. Los que viven con la que guarda el secreto pueden sufrir los mismos síntomas físicos.

Si los secretos de familia hacen tanto daño, ¿qué hacemos con ellos? Revelarlos en el momento correcto y de la manera correcta.

  • En cuanto a los niños, si el secreto se relaciona con ellos, consulta con un profesional de salud mental sobre cuál es la mejor edad y el mejor momento para contarle reduciendo el impacto. Algunos secretos dolorosos requieren cierto grado de madurez.
  • Ya adultos, todos tenemos derecho a conocer nuestras verdaderas raíces y aquello (mejor o peor) que sirvió de base a nuestro desarrollo, sin que lo hayamos sabido. Todos queremos entender por qué somos los que somos y estamos donde estamos. Los secretos que no se dicen a tiempo pueden destruir los cimientos de una familia y a las personas afectadas por los eventos del secreto.

No le temas a conocer los secretos familiares, especialmente de generaciones anteriores a la nuestra. Muchos no son dramáticos ahora. Se convierten en anécdotas, tal vez hasta chistes, y nos ayudan a conocer mejor a nuestros antepasados y a relacionarnos con ellos, estén o no estén.

Before You Go

Señales de que creciste latina

Popular in the Community

Close

What's Hot