El hombre del montículo generalmente se lleva los aplausos en el béisbol, pero también está expuesto a los poderosos batazos de poder que salen a metros de él.
El martes por la noche Jesse Chavez de los Atléticos se salvó de un golpazo en la cara gracias a sus reflejos felinos que detuvieron una línea recta de Michael Saunders de Marineros.
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El lanzador nativo de California se levantó con una cara de alivio evidente después del susto que compartió con los miles de fanáticos que presenciaron el momento.
Para muestra de lo que pudo haber sucedido está el incidente de hace unas semanas del cubano Aroldis Chapman, quien no tuvo tanta suerte.