El año 2014, indudablemente nos ofrece un cielo muy productivo, de intensa energía, gracias a los planetas y sus configuraciones que estimulan todas las áreas de nuestra vida. Desde el año 2007 los cielos alojan una formación astral importante, una gran Cruz Cósmica Cardinal, que si bien terminará su ciclo en 2020, se manifiesta con su máxima energía durante este mes de abril. ¿De qué se trata?
Una gran cruz se forma cuando cuatro planetas se ubican a 90º en el cielo, y está compuesta por dos oposiciones y cuatro cuadraturas. Esta configuración que hoy nos ocupa, se denomina Gran Cruz Cardinal, porque cada uno de los cuatro planetas que la integran están en los signos cardinales.
Los tránsitos de los planetas que integran esta Gran Cruz, tendrán una influencia muy importante a nivel personal y colectivo. Textos antiguos indican que Jesucristo nació dentro de esta alineación cósmica. También eventos importantes como la gran depresión de los años 30, el movimiento hippie de los años 60, ambos caracterizados por una gran inestabilidad social y el surgimiento de nuevos modelos en sociedades organizadas.
La Tierra, como planeta, se verá afectada por esta influencia a nivel global. ¿Qué esperar durante este período? Mucho movimiento en la superficie terrestre, la naturaleza toda se verá muy movilizada: las capas geológicas, las aguas, los vientos. La Tierra buscará su equilibrio energético. Este aspecto afecta también las estructuras sociales y políticas, y es de esperar que el ámbito de las relaciones humanas se oriente a reforzar las condiciones espirituales. Durante estos últimos días de abril especialmente, y luego con menor intensidad hasta el 2020, todo tenderá a cambiar.
¿Cómo nos afectará este fenómeno celeste en lo personal?
La Gran Cruz Cósmica nos invita a proponernos nuevas metas, hacer cambios radicales de vida, algunos pueden ser positivos, mientras que otros podrán parecer caóticos a primera vista, solo resta recordar, que la oscuridad, es simplemente el otro lado de la luz.