A Floribeth Mora los médicos la mandaron a casa con sus medicinas del dolor y con casi o ninguna esperanza para su recuperación. La costarricense de 50 años padecía de una aneurisma cerebral y los doctores le aseguraron que clínicamente ya no podían hacer nada, que era una condición inoperable.
Llegó un momento en que apenas podía levantarse de la cama o incluso sostener una cuchara para llevarse los alimentos a la boca.
"Horroroso el momento de ver sufrir a mis hijos, a mi familia y yo sufriendo porque no los iba a ver. Mi parte humana tenía miedo a la muerte porque fe en Dios siempre he tenido", explicó Floribeth Mora a BBC Mundo.
El 1 de mayo del 2011 miraba la televisión y Mora vio el momento en que declaran beato de la Iglesia Católica a Juan Pablo II.
Esa misma noche, Floribeth Mora, escuchó una voz que le dijo: "Levántate, no tengas miedo". Era la voz de Juan Pablo II, según ella.
"No me levanté de un brinco, pero empecé a sentir paz, mi agonía ya no estaba", dice. "El proceso de sanación de mi cuerpo se fue dando paulatinamente", explicó.
Mora decidió compartir su testimonio en la página oficial de Karol Wojtyla y cuál sería su sorpresa cuando fue contactada por el equipo del Vaticano que llevaba el proceso de santificación de Juan Pablo II.
Tomó tiempo documentar y certificar la curación a través del milagro. Varios meses de pruebas médicas, incluso viajes a Italia de la paciente para someterla a otros exámenes.
Floribeth Mora estará este domingo 27 de abril en la ceremonia de canonización de Juan Pablo II y será quien llevará las reliquias del llamado "Papa Peregrino".
El papa Francisco anunció en julio del 2013 que iba canonizar juntos a dos de los papas más influyentes del siglo XX, aprobando así un milagro atribuido a la intercesión de Juan Pablo II y doblando las reglas del Vaticano al decidir que Juan XXIII no necesitaba un milagro.
Juan Pablo II fue el máximo jefe de la Iglesia Católica desde 1978 hasta su muerte en el 2005.