Tim Bradley se encuentra entrenando a todo motor para la pelea que considera será, ahora si, la buena.
Desde el 2011 el peleador de California busca aquel reconocimiento que lo realce como uno de los mejores en el orbe, pero siempre ante un rival de gran nombre llega como resultado la polémica y se mantiene en el mismo lugar.
“Se que ahora si es la oportunidad. Ahora las condiciones en las que llego son muy diferentes, pues no hay lesiones, ni problemas de peso… yo, como veo las cosas, la única oportunidad que tiene de ganarme es noqueándome”, dijo, plenamente convencido, el estadounidense que el 12 de abril concederá la revancha al filipino Manny Pacquiao en el MGM Grand de Las Vegas, Nevada.
Bradley, quien se prepara en California para tan importante duelo, ve en Pacquiao la ventana necesaria para que el trabajo de 10 años, una foja invicta en 32 encuentros y dos títulos del mundo lo eleven en el ranking de los mejores libra por libra.
“Tim está listo para lo que representa enfrentar una segunda ocasión a Pacquiao. Sabemos que llegará mucho más fuerte y agresivo, pero Pacquiao desconoce que enfrentará una mejor versión de Tim”, dijo en exclusiva a HuffPost Voces el entrenador de Bradley, Joel Díaz.
Díaz, ex peleador mexicano que tuvo que dejar de ser activo debido a un desprendimiento de retina, aseguró que en esta ocasión su peleador llegará hasta con una pegada mucho más potente y de respeto.
“Casi nadie lo sabía, pero Tim cometía un error importante al momento de pelear. Reducía tanto el espacio entre él y su rival que no podía estirar bien el golpe, lo que provocaba que su pegada perdiera fuerza. Pero hemos acabado con ese error que cometía, Pacquiao sentirá toda la pegada. Nos respetará”, dijo el preparador.
Bradley está cerca de cerrar su campo de entrenamiento con la certeza de que llegará a poner las cosas en claro ante el peleador que por una década se ha mantenido entre los mejores del mundo.
“Cuando peleamos la primera vez, no pudo noquearme – a pesar de que tenía lesiones en ambos pies – para esta pelea las condiciones cambiaron, pues ya no hay nada que me impida boxear, ni pararme a intercambiar golpes. Cuestiones de peso tampoco, incluso ya estoy en peso. Esta será una pela más dura y quedará en claro quién es el que puede mas”, finalizó el peleador que aspira, ahora si, a conquistar la gloria.
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