Cuando la fotógrafa Rebecca Leimbach supo que no podría tener más hijos, la mujer contó con la Bulldog inglesa de la familia, Lola, para que le hiciera compañía a su hija de 4 años, Harper. Ahora son inseparables, y para nuestra fortuna, Leimbach tiene fotos que lo comprueban.
La mamá le explicó a The Huffington Post en un email lo siguiente: "Un día Harper salió de su cuarto de juegos con Lola y dijo, ‘ta-da’; volteé y Lola estaba con un tutú, collares y una corona. A Lola no parece importarle mucho, sólo anda por ahí usando cualquier cosa que Harp le ponga encima. Es muy tolerante".
Además de jugar a vestirse, las chicas aman pintar juntas, cenar juntas, e incluso bañarse juntas. Leimbach dijo que se llevan perfectamente bien. "Excepto cuando Lola destruye algún juguete de Harper… entonces hay muchos gritos", escribió.
Si tan sólo Lola y Harper se juntaran con Theo y Beau para jugar a disfrazarse, y luego hacer la siesta… Internet explotaría.
Vía HuffPost Parents.