Despertarse es difícil, especialmente cuando la horrible alarma suena a todo volumen e interrumpe nuestro sueño. Pero para amanecer de buen humor basta cambiar de despertador y elegir uno cuyas peludas patas nos den los buenos días con un suave toque en la nariz.
Quienes tienen gatos saben que este reloj es de alta precisión pues los mininos siempre están listos para pedir una caricia (o comida) a la misma hora todos los días –incluso en fin de semana.
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Hay que aceptar que un ronroneo siempre será millones de veces mejor que un molesto beep. El video de Oliver Noble de HuffPost Good News lo deja bien claro.