
Vivimos tiempos difíciles, con problemas emocionales, dificultades económicas y crisis de diversos orígenes que hasta perjudican nuestra salud, por eso es crucial mantenernos fuertes de espíritu y sanos de mente.
Las limpiezas energéticas y sencillos rituales de defensa psíquica son eficaces herramientas para alejar de tu hogar, o de tu persona, las vibraciones negativas que se han ido acumulando. Purifica los ambientes de manera sencilla, con un elemento muy cotidiano: la sal.
Desde la antigüedad, la sal ha tenido un profundo poder simbólico y se ha empleado como agente purificador y disipador de energías negativas. En todos los rituales para invocar espíritus, se trazaba un círculo mágico con sal, en el que la persona permanecía protegida, ya que las entidades negativas no pueden atravesarlo, y si algún espíritu maligno lo intentaba, bastaba arrojar un puñado de sal para que desapareciera.
¿Quién no ha tirado un puñado de sal sobre el hombro izquierdo para prevenir la mala suerte?
La sal es mucho más que un ingrediente de cocina, es desde la antigüedad, uno de los elementos más poderosos para proteger, limpiar, purificar y deshacer males. Su benéfico uso en la alimentación como conservador de los alimentos, pronto se trasladó al mundo de lo mágico, trasladando sus características protectoras y liberadoras.
En casa podemos hacer lo siguiente:




Y no olvides la popular tradición de no pasar el salero de mano en mano, sino apoyarlo en la mesa antes de que otro la tome, ya que si se derrama, se perderá algo de mucho valor.