Rachel Canning: adolescente demanda a sus padres para que le paguen sus gastos; por ahora, pierde

Niña demanda a sus padres para que le paguen sus gastos
Rachel Canning is sworn in during a hearing at the Morris County Courthouse, Tuesday, March 4, 2014, in Morristown, N.J. Canning, an honor student who says her parents kicked her out of the house when she turned 18, is now suing them, asking a court to make them support her and pay for her college. (AP Photo/The Star-Ledger, John O'Boyle, Pool)
Rachel Canning is sworn in during a hearing at the Morris County Courthouse, Tuesday, March 4, 2014, in Morristown, N.J. Canning, an honor student who says her parents kicked her out of the house when she turned 18, is now suing them, asking a court to make them support her and pay for her college. (AP Photo/The Star-Ledger, John O'Boyle, Pool)

A primera vista, es encantadora. El sueño dorado de cada padre. Rachel Canning es bella y atractiva. Es excelente alumna - en el cuadro de honor- es cheerleader de su escuela, juega en el equipo de lacrosse, quiere ser ingeniera biomédica, es la envidia de los vecinos. ¿Quién no quisiera una hija así?

Bueno, sus padres, por ejemplo, según ella. Dos días antes de cumplir los 18 años, Rachel se vio fuera de su casa por negarse a cumplir las demandas disciplinarias establecidas por sus padres, incluyendo hacer trabajos domésticos de ayuda y a estar en casa a cierta hora: las 11 de la noche. Porque, dijo, le exigían que se hiciese acreedora a una beca de básquetbol. Especialmente, por negarse a separarse de su novio, el que según los progenitores no es más que un fracasado y mal ejemplo para la niña. Perdón, para la mujer.

Dice que la echaron, que se quedó sin hogar y sin medios para mantenerse. Que se aprovechan de su trastorno de alimentación. Está viviendo en la casa de una amiga, compañera de escuela. Los demanda en tribunales.

"Fui sometida a abuso físico y verbal por parte de mi madre y mi padre... no me he ido voluntariamente de una situación razonable de mi casa para tomar mis propias decisiones... he debido irme para dar fin al abuso".

Desgarrador.

Hasta que se pregunta a los padres, Sean y Elizabeth Canning. Él, ya jubilado, era el jefe de la policía de Lincoln Park, New Jersey. Ella se fue de la casa, argumentan, y lloran. La quieren de vuelta. No comprenden qué está pasando. Por qué tanta publicidad.

Rachel demandó a sus padres para que paguen por sus gastos de educación y otras expensas. 650 dólares por semana, para ser exactos. Es que la joven Canning estudia en la prestigiosa Morris Catholic High School, una escuela secundaria privada de alto costo... adonde la enviaron sus padres orgullosos. Además, pide que cubran sus gastos regulares, los costos de transporte, se comprometan a pagar por sus gastos universitarios, y más, detalla CNN.

El incidente desencadenante sucedió en octubre pasado. Rachel faltó a la escuela repetidamente y fue suspendida, lo mismo que su novio que también había faltado. Fue allí donde los padres le quitaron el automóvil y el teléfono y demandaron buena conducta. Ella se negó y se fue.

La demanda está respaldada por el dinero del padre de su amiga, quien por el momento ha colocado 12,000 dólares de su propio bolsillo, algo que los padres protestan. La adolescente en su demanda también pide que los padres paguen esa suma.

El drama judicial se desarrolla en Morristown, New Jersey. Los Canning son una familia de clase media y sin rasgos que llamaran la atención hasta el momento en que la hija decidió que la discusión doméstica debe ser decidida por los tribunales.

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Esto es algo que plantea interrogantes de fondo. ¿Tienen los padres el derecho de imponer una disciplina a sus hijos? ¿Hasta dónde llega ese derecho? ¿Tienen la obligación, como afirma Rachel, de pagar los gastos necesarios para que su hija sea exitosa, aunque ella no cumpla con su parte?

Este miércoles, el juez Peter Bogaard estableció el 22 de abril como fecha de continuación del juicio y en el camino rechazó el pedido de la joven de que mientras tanto, obligue a los padres a pagar. Ellos se niegan, y quieren que vuelva a casa. Y dicen que sí, tienen dinero para pagar los gastos universitarios del futuro, pero no a cualquier escuela.

Durante el debate público, presenciado por los medios, el juez Bogaard puso en tela de juicio que las demandas de los padres sean, como ella afirma, "abuso", y expresó su temor de que el caso se convierta en un juicio contra los padres en general.

"¿Vamos a abrir las puertas para que un niño de 12 años demande a sus padres para que le compren un X-box? ¿O uno de 13 años por un iPhone?", preguntó el juez de manera retórica, según el LA Times.

Un vistazo al acta de demanda detalla que los padres se habían separado y luego reconciliado, en teoría, para poder apoyar a Rachel y sus dos hermanas.

Tanya Helfand, la abogada de la señorita Canning, afirma que es solo cuestión de dinero: "la dejaron afuera, sola y sin nada porque no querían pagar", le dijo al juez. Y aunque los padres la quieren de vuelta, en corte, su abogada Laurie Rush-Masuret dice que ya que se fue de la casa y ya que tiene 18 años, se "autoemancipó" y no tiene derecho al apoyo paterno.

La División de Protección del Niño de New Jersey (DCPP) investigó el caso tras denuncia de la escuela y determinó que no había abuso emocional.

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