Aunque hubo un aviso previo a Estados Unidos y países europeos, y aunque "no ha sido inesperado", el lanzamiento de un misil ilntercontinental en una maniobra de las fuerzas armadas rusas agrega un elemento más de dramatismo al renovado conflicto entre Moscú y Occidente.
Varias agencias de noticias confirmaron minutos atrás que las Fuerzas Estratégicas de Misiles de Rusia llevaron a cabo un experimento de disparo de un misil Topol RS-12M. El cohete despegó desde una región cercana al Mar Caspio y dio en el blanco, según fuentes rusas, en la nación de Kazakhstan.
Rusia tiene la obligación, bajo los términos del acuerdo de misiles intercontinentales y armas nucleares START, de avisar a Estados Unidos, lo cual ha cumplido, aunque no se sabe con cuánta antelación. Se trata de parte de un plan para probar 70 tipos diferentes de misiles armados y un total de 300 lanzamientos de misiles, cohetes y drones.
El lanzamiento del arma en momentos de una crisis de desconfianza y tensión entre EE.UU. y Rusia, sin precedentes desde el fin de la Guerra Fría, recuerda que siguen persistiendo los bloques militares, y que la OTAN por su parte ha hecho esfuerzos en los últimos años de incluir a Ucrania entre sus filas, lo cual ha sido rechazado por Moscú, para quien la presencia de tropas de la OTAN en sus propias fronteras constituiría una amenaza crítica.
La vez anterior que Rusia lanzó un misil fue en junio de 2013, en lo que fue calificado por el sitio ruso en español Actualidad RT como un gran éxito. Fue lanzado desde "el cosmódromo de Kapustin Yar, en la provincia meridional de Astracán, desde una lanzadora móvil".
Por otra parte, el presidente ruso Putin dijo que no había necesidad del uso de tropas rusas en el conflicto en Ucrania y volvió a plantear la necesidad de que las partes en ese país cumplan un acuerdo que firmaron en Kiev el 21 de enero.
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