Orlando Salido no se caracteriza por ser una persona extrovertida, pero tras el triunfo que obtuvo la noche del sábado era imposible que ocultara una gran sonrisa, había echado a perder los pronósticos.
La noche del sábado como pelea preestelar de la cartelera que protagonizó Julio César Chávez Jr., Salido se llevó el triunfo por decisión unánime sobre el ucraniano Vasyl Lomachenko, una de las promesas olímpicas más importantes de su generación.
Salido logró que 56 peleas como profesional pesaran más que las 397 peleas que Lomachenko sostuvo como amateur y logró que el europeo de 26 años se retorciera cada que recibía un golpe en las zonas blandas.
“Lomachenko no fue una pelea fácil, pues es un chico que se mueve bien. Tiene piernas y tira golpes rápidos, pero le enseñé que eso no es suficiente con los profesionales. Cada que le pegaba abajo pujaba y se retorcía. Me dio gusto ver que demostré”, dijo a HuffPost Voces tras la contienda el sonorense de 33 años, quien ahora subirá de división para buscar una segunda corona.
Hasta el round 11, Orlando tuvo la pelea controlada, hasta que un golpe abajo, lo lastimó y sobrevivió los últimos minutos de la contienda.
“Me agarró bien, sabía que faltaba poco para que sonara la campana y que tenía que mantener lo que había logrado en los últimos rounds. Seguir tirando y mantenerlo ocupado y funcionó”, explicó.
Lomachenko, por su parte, no emitió queja alguna sobre el resultado de la pelea. El ucraniano, que conquistara la presea aurea en los juegos de Londres y Beijing, reconoció la dureza del boxeo profesional y aseguró que para su regreso a los encordados recuperará el camino.
“Regresaré a casa, analizaré la pelea y veré que es lo que tengo que mejorar. Esta pelea dejó muchas enseñanzas y me hará un mejor boxeador”, dijo.
Before You Go
