Cuando el Congreso y el Presidente aprobaron la Ley de Cuidado Médico de Bajo Costo conocida como Obamacare, anunciaron que los latilnos serían uno de los grupos más beneficiados.
Así lo contempla la legislación: se dirige a quienes no trabajan en un sitio establecido que provee seguro médico, a aquellos cuyo ingreso no alcanzaba para pagar por atención médica, a los pobres que cuando enferman deben ir a las salas de emergencia de los hospitales, a un costo prohibitivo para el sistema.
Todos estos son grupos en los que hay una alta proporción de latinos. Uno de cada tres latinos no tiene seguro médico, una proporción muyo mayor que entre blancos o afroamericanos.
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Por supuesto, no se cuenta a la población de 11 millones de indocumentados, ya que éstos están excluidos de Obamacare.
La lógica, entonces, dictaría que quienes más necesitan la ley serían los primeros en registrarse.
Sin embargo, no es así. Los números de latinos inscriptos en los programas de Obamacare (que son privados), hasta ahora, han decepcionado.
Entonces, ¿cuál es el atraso? ¿Cuántos latinos se registraron?
Ah, eso no se sabe exactamente. En el último par de décadas, estado por estado se derogaron las leyes que dictaban "acción afirmativa" para ayudar a las minorías étnicas, especialmente los afroamericanos. Las leyes nuevas prohiben preguntar la raza o grupo étnico para tomar estadísticas. De esta manera, lo que no se sabe no debe corregirse.
Pero en California sí se sigue tomando en cuenta ese dato. Y éste es el estado con la mayor población latina del país.
En términos de cálculos generales sólo el 19 por ciento de los latinos y el 20 por ciento de los afroamericanos han buscado seguro médico en los "exchanges", los grupos privados seleccionados para proveer este servicio. ¿Y los blancos? El 28 por ciento, todo según un estudio de Commonwealth Fund.
El 46 por ciento de los candidatos a registrarse en Obamacare en California son latinos, dice CNN Money. Pero solo 20 por ciento de los registrados son hispanos. Menos de la mitad de lo deseado. Y todo el país mira y espera para seguir los pasos de California.
El hecho de que los registros entre latinos sean magros no solamente priva a esta comunidad de los beneficios específicamente diseñados para ellos de la reforma de Salud, sino que causa un atraso crítico en la implementación del nuevo sistema.
La razón es que, como dice el editorial del diario local Fresno Bee de Fresno, California, "los latinos como grupo son más jóvenes y más sanos que la población en general. El estado [California] necesita del enrolamiento latino para que el sistema funcione como se planificó, con una mezcla de ancianos y jóvenes, de gente sana y de enfermos".
De no haber suficientes de esos "jóvenes" y "gente sana", que pague más de lo que utilice en servicios médicos, no habrá dinero para los gastos de salud de los "ancianos"y "enfermos". Todo el delicado balance de Obamacare se vendrá abajo y las aseguradoras se apresurarán a subir sus precios, invalidando el propósito de la reforma.
Entonces, ¿cuáles son las causas del retraso?
Distintos autores citan diversas razones. Por ejemplo, que en muchas familias latinas al menos uno de los miembros es indocumentado, y temen que si se registran de alguna manera la información llegue a manos de las autoridades migratorias y su familiar sea deportado.
Otro es que los hispanos tienen mucho menos conocimiento de lo que sucede que los otros grupos, por barreras de idioma, por falta de costumbre o simplemente de interés. El hecho es que solo la mitad de los latinos sabía que existía la posibilidad de registrarse, contra casi un 70 por ciento entre los otros grupos étnicos.
Un problema adicional es que en estados cuyos gobiernos republicanos se oponen a Obamacare, como Florida y Texas, con importante población latina, no hay acceso a servicios de asesoría que podrían ayudar a la comunidad a registrarse, porque sus legislaturas han decretado esta asesoría ilegal.
En Texas viven más de 10 millones de latinos; en Florida, cinco millones.
Para aquellos hispanos que querían información sobre Obamacare en español - aproximadamente la mitad de la comunidad de 53 millones - no existió la opción en el ámbito federal por tres meses, ya que por razones técnicas se postergó el lanzamiento de su sitio, cuidadodesalud.gov.
Finalmente, la presión política de los enemigos jurados de Obamacare - y del Presidente Obama - sin duda surte efecto. Entre reclamos reales o ficticios, la reforma arranca con mal nombre, que aún debe mejorar.
No se trata solamente de hispanos. El ritmo de registro en toda la población es pobre. A comienzos de febrero se habían registrado 3.3 millones de personas para todos los programas combinados. El gobierno esperaba alcanzar la meta de 7 millones para el 31 de marzo.
Este mismo jueves, el Vicepresidente Joe Biden reconoció que esa meta es una utopía, y definió como "logros" si se registran 6 millones e incluso 5 millones de personas.
La presente etapa en el registro en Obamacare da fin a fines de marzo. Después de ello, los interesados deberán esperar a fines del año para iniciar su inscripción. No les queda mucho tiempo.
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