La verdadera batalla de Obamacare, los jóvenes, se está perdiendo

Jóvenes en Obamacare no alcanzan para financiarlo
WASHINGTON, DC - JANUARY 10: U.S. President Barack Obama meets with young citizens at Columbia Height's restaurant The Coupe on January 10, 2014 in Washington, DC. Obama met with some of the people helping with healthcare enroll efforts, their experiences in spreading the word about the importance of signing up for affordable health insurance and thanked them for their efforts. (Photo by Olivier Douliery-Pool/Getty Images)
WASHINGTON, DC - JANUARY 10: U.S. President Barack Obama meets with young citizens at Columbia Height's restaurant The Coupe on January 10, 2014 in Washington, DC. Obama met with some of the people helping with healthcare enroll efforts, their experiences in spreading the word about the importance of signing up for affordable health insurance and thanked them for their efforts. (Photo by Olivier Douliery-Pool/Getty Images)

A primera vista, parecería que Obamacare - la ley de Cobertura Médica de Bajo Costo - navega sobre aguas más tranquilas. Más apacibles. Que crece a buen ritmo. Que con la cantidad de personas que ya se han registrado, su cancelación - el sueño dorado y unificador de la oposición republicana - no es más que eso, un sueño.

Pero, si es así, ¿por qué no se escuchan llamados de victoria?

Los informes de éxito, las historias personales de personas cuyas vidas quizás se salvaron gracias a que pudieron obtener cuidado médico bajo obamacare, siguen brotando. Así como siguen las historias de quienes ven su cobertura anulada o los costos médicos agigantados. Portavoces de cada lado trabajan arduo para descubrir esos casos individuales.

Por ejemplo, Mike O'Dell de Olathe, Kansas, quien "dice que la ley de cuidado médico salvó su vida. Luego de conseguir seguro de salud el 1 de enero, pudo entrar en la lista de espera de transplantes y ahora tiene un nuevo corazón", dice Meryl Lin McKeann de la emisora Fox en Kansas City.

Y por el otro lado, Doug Graham, quien escribe en el sitio de la activista del Tea Party Ann Coulter que "este miércoles, mi pequeña hermana Julie será sepultada. Murió porque postergó buscar cuidado de salud para lo que resultó ser una condición catastrófica después de que su póliza de seguro de salud privado fue cancelada a causa de Obamacare".

Pero, otra vez, en el plano oficial hay un repentino silencio: ¿a qué se debe?

Es el silencio de la preocupación.

Se debe a que el relativo éxito de la inscripción a los programas, luego del desastroso inicio del sitio de internet de Obamacare, no alcanza. Es insuficiente.

No hay suficientes jóvenes.

Es así: la base de Obamacare es la ampliación de servicios médicos a la población no asegurada, compuesta obviamente por la gente pobre de por sí o ya fuera del círculo productivo. Gente que no puede pagar por los costos. Especialmente, porque mientras que antes se permitía que los mayores paguen hasta 5 veces más que los jóvenes, Obamacare limita la diferencia a 3 veces.

Para eso, el plan requiere de una cantidad más significativa de jóvenes entre 18 y 34 años de edad que se inscriban y paguen. Y como a esa edad el cuidado médico requerido es mínimo, pagarían más de lo que gastarían, con lo que financiarían a los otros.

Esa es obviamente la base del acuerdo social, de la solidaridad en la nación y es algo que existe en muchos otros niveles.

Solo que hasta ahora, no ha funcionado: no hay suficientes jóvenes que paguen Obamacare para financiar a los demás.

Era una apuesta. ¿Y por qué se asumió?

Porque quienes forjaron la gigantesca reforma se cuidaron de no dañar los intereses y lucro de las aseguradoras o de los hospitales o los grupos médicos o las empresas farmacéuticas. También se alejaron del seguro universal como de la peste negra, porque esperaban a cambio recibir el apoyo de algunos republicanos.

Eso, como se sabe, fracasó: la oposición, luego de recibir las concesiones que pudo, se unificó y como un solo hombre votó en el Congreso contra la ley. Y desde entonces mantiene su frágil unidad con base en la lucha contra esta reforma.

La proporción de enrolamiento de los jóvenes: esa era, y es, la verdadera batalla por Obamacare.

Y es quizás por eso que las campañas demócratas para los comicios de noviembre 2014 casi no mencionan los números de inscriptos en Obamacare, como dice este viernes Z. Byron Wolf en CNN.

"Y no se les puede culpar por eso. Aunque se hable de Obamacare como el logro principal de Obama, la ley ha dominado el debate político durante años. Y ha costado a los demócratas su mayoría en la Cámara Baja (en 2010). El apoyo del público, que nunca fue fuerte, está por debajo del 50 por ciento, aunque haya millones que se inscribieron".

En el mes de enero, más de un millón de personas se agregaron a quienes se inscribieron en los planes privados de Obamacare, totalizando 3.3 millones desde que se inició la inscripción hace cuatro meses.

Pero los números importantes, como se verá en esta gráfica del departamento de Salud y Servicios Humanos, fallan:

obamacare

9 por ciento de los registrados tienen de 18 a 25 años, y 16 por ciento, de 26 a 34, para un total de 25 por ciento.

Pero lo que necesita, y lo que "la Casa Blanca y expertos independientes pronosticaban originalmente" era alrededor de 40 por ciento.

Un 22 por ciento de los registrados tienen de 45 a 54 años de edad, y un 31 por ciento, de 55 a 64 años de edad, después de lo cual inician los beneficios de MediCare. A esta edad, aumentan los gastos médicos. Y si la proporción sigue como hasta ahora hasta fines de 2014, podría causar que el pago del seguro suba en 2015.

¿En cuánto? Según un análisis de la fundación Kaiser, el costo general subiría en 2.4 por ciento, lo cual pondría en aprietos a las aseguradoras, cuyo margen oficial de ganancia es de entre 3 y 4 por ciento.

El reloj sigue marcando las horas. El público tiene hasta el 31 de marzo para registrarse y comenzar a recibir el seguro médico a partir del 1 de mayo. Entre ahora y entonces el gobierno necesita revertir la tendencia.

Por eso, han incrementado sus esfuerzos de reclutamiento entre los jóvenes y las minorías, especialmente los latinos.

El mismo Presidente Obama, este martes, publicó un video dirigido a la población hispana, instando a sus miembros a registrarse vía healthcare.gov a uno de los programas que los asegure por menos de 100 dólares al mes.

"Y si lo tienes ya", dijo el Presidente, piensa en alguien que conoces que necesita estas noticias", y luego en español: "tu familia, tus amigos, tus vecinos".

La tienen difícil. Este es el informe oficial del departamento de Salud sobre el avance del ritmo de inscripción, donde anota un incremento en el porcentaje de jóvenes de 18 a 34 que se registran de 3 puntos porcentuales, de 24 a 27 por ciento, durante el mes de enero 2014. Si sigue el mismo ritmo, no pasarán de 30 o 31 por ciento. Otra vez: necesitan 40 por ciento.

El informe del gobierno explica que es normal que quienes más necesitan los planes se registren primero, mientras que los jóvenes y sanos serán quienes esperarán hasta el último momento antes del 31 de marzo. Y lo respalda con un estudio de diciembre pasado.

Pero para fines de marzo, si se registra un total de 6 millones de personas, 2.4 millones de ellos deben ser jovenes. De lo contrario, el plan está en más problemas.

Lo que, una vez más, explica por qué no hay gritos de victoria.

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