CIUDAD DE MÉXICO - Mauricio Sulaimán se convirtió en el sucesor de su padre a la cabeza del Consejo Mundial de Boxeo y estará al cargo por los siguientes dos años
“Mi elección es un tributo a mi padre, ven en mi un espejo de lo que fue José Sulaimán como presidente. Para mi es un gran compromiso que llevo con orgullo, pues extenderé el trabajo que inició mi papá”, dijo el nuevo dirigente a HuffPost Voces.
El mexicano es el sexto presidente que tiene el organismo, luego de que el cargo lo ocuparan Jack Onlsow Fane, Luis Spota, Justiniano Montano, Ramón G. Velásquez y José Sulaimán.
Ante la junta de gobierno del Consejo Mundial de Boxeo, peleadores como Miguel Ángel Cotto, Adonis Stevenson y Manuel Charr, se rememoraron las acciones que José Sulaiman realizó durante su cargo a la cabeza del Consejo Mundial en el que duró 38 años, 41 días y se confió en que su hijo pueda continuar.
“Mauricio viene bajo la tutela de José Sulaiman a hacer el trabajo y a hacer del Consejo una entidad segura para el boxeador… Mauricio seguirá muy de cerca los pensamientos y la forma de hacer las cosas de su padre. Tenemos nuevo presidente, pero será igual de efectivo como su padre. Sin lugar a dudas Mauricio era el indicado para llenar la vacante”, dijo Miguel Ángel Cotto, quien está seguro de que antes de finales del mes se pueda anunciar su encuentro ante el campeón argentino Sergio Martínez.
Tras pasar lista a los miembros de las 10 federaciones que representan a los 165 países y escuchar las 12 campanadas en honor al dirigente fallecido, uno a uno fueron explicadas las mejoras que a lo largo de casi cuatro décadas fueron implementadas a favor de la salud de los peleadores, para después dar paso a la votación que arrojó, de manera unánime, al hijo menor del fallecido presidente.
Mauricio Sulaimán no pudo contener las lagrimas y se declaró orgulloso de haber sido reconocido de esa manera.
“Estoy seguro que no seré el presidente del Consejo Mundial de Boxeo, sino el hijo de José Sulaimán”, reconoció al tomar posesión del cargo, a sus 44 años, justo a la misma edad en la que su padre tomó las riendas del CMB.
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