Este miércoles 12 de febrero a las 6 p.m. (ET), será ejecutado el cubano Juan Carlos Chávez, el asesino del niño Jimmy Ryce, hecho ocurrido en 1995 cuando el pequeño apenas tenía nueve años de edad.
El pasado 2 de enero, el gobernador de Florida, Rick Scott, firmó la orden de ejecución del convicto, quien ahora tiene 46 años.
Chávez recibirá una droga letal, conocida como clorhidrato de Midazolam, un cóctel que fue aprobado y que también ha sido centro de la polémica.
La desaparición y posteriormente descubrimiento de la manera en que fue asesinado Jimmy Ryce, conmocionó no sólo a Estados Unidos sino al mundo.
El niño fue dejado por el autobús escolar en 1995, a una cuadra de su casa, en la localidad de Homestead, al sur de Florida, cuando Chávez lo secuestró y lo llevó a un tráiler, en el que vivía.
Después de tres meses inagotables en la búsqueda de Ryce, finalmente las autoridades localizaron la mochila del pequeño, escondida en la casa del asesino.
Chávez reconoció el asesinato y describió la forma horrenda en que lo hizo.
Este 12 de febrero se cumplen 19 años del asesinato de Jimmy Ryce. Su padre, Don Ryce, presenciará el momento en que Juan Carlos Chávez será ejecutado por inyección letal.
La mamá de Jimmy murió hace cinco años de un ataque al corazón y una hermana se suicidó en el 2012. El señor Ryce se mudó fuera de Miami a la localidad de Vero Beach, también en Florida.
Chavez tenía 28 años cuando asesinó al niño. Según las autoridades que en ese momento llevaron el caso, el depredador lo esperó armado con una pistola en el trayecto por donde cada día el niño caminaba al bajar de su autobús escolar.
Chávez era cuidador de caballos en una finca de Homestead. A esa casa, en la que vivía en el tráiler, llevaría a Jimmy y lo violaría.
El niño intentó escapar y fue cuando Chávez le disparó. Descuartizó el cuerpo y lo colocó en cubetas de cemento. Después de más de 50 horas de interrogatorio, finalmente el asesino confesó su crimen.
El exPresidente Bill Clinton, firmó una orden ejecutiva, que aún se mantiene, para reservar un espacio en cada edificio federal con el fin de divulgar las fotos de niños desaparecidos. Los padres crearon la Fundación Jimmy Ryce.