En medio de una recuperación, como asegura el Presidente Obama , el sentimiento de optimismo no parece acompañar a los estadounidenses. Obama expuso que "demasiadas personas que viven en Estados Unidos trabajan más que nunca para salir adelante, pero no logran mejorar su situación".
¿Te sientes identificado? ¿Eres de los que vive de cheque a cheque con la ansiedad de no poder llegar a fin de mes? La tasa de desempleo ha bajado al 6.7 por ciento, sin embargo el péndulo del optimismo no se mueve en correspondencia con esos números.
Y la situación para los hispanos no es muy alentadora: 8.3 por ciento es la tasa de desempleo entre este sector poblacional, según el Departamento del Trabajo en un informe del 10 de enero del 2014.
El número de personas que llevan sin un trabajo desde hace 27 semanas o más, es de 3.9 millones en enero de este año, lo que equivale al 37.7 por ciento del total de los desempleados, de acuerdo con el mismo reporte.
Después del discurso del Estado de la Unión, más de 6 de 10 estadounidenses creen que la nación se mueve en una dirección equivocada y el 70 por ciento está inconforme con el rumbo económico actual y futuro. ¿No muy esperanzador, verdad?
Pero lo que parece ser una tarea inmediata para el Presidente Obama es incorporar al mercado de trabajo a quienes llevan más de seis meses sin un empleo y encuentran las barreras de las propias empresas, que ya tienen sus "temores" o "practicas discriminatorias" para incorporar a la fuerza laboral a quienes han estado desactivados por un período de tiempo del mercado, y muchos "acostumbrados" a recibir los beneficios de desempleo.
Todo el mundo no es Misty DeMars, la madre de dos chicos que perdió su empleo y que nunca antes había cobrado beneficios del seguro de desempleo. Mujeres así y quien Obama mencionó en el discurso del martes, sí son "el rostro de la crisis del desempleo". Ella mandó una carta a la Casa Blanca abogando, implorando por un trabajo porque no quiere depender del gobierno.
"Nuestro país depende de personas como nosotros que desarrollan profesiones, aportan a la sociedad, se preocupan de sus vecinos. Estoy segura que con el tiempo encontraré un trabajo y pagaré mis impuestos. Por favor, denos esa oportunidad".
Esa es Misty Demars. Pero otros, simplemente dependen del gobierno y Obama quiere atacar el problema y buscarle una solución. Desde hace meses, la asesora principal de la Casa Blanca y amiga de los Obamas, Valerie Jarret, se ha estado reuniendo con importantes empresas del país para que colaboren en la "recontratación de esos desempleados".
Y, según las encuestas, no todos culpan a Obama. Un 81 por ciento desaprueba la labor del Congreso y muchos estadounidenses mantienen una imagen negativa del partido Republicano.
Este viernes empezó la tarea, Obama pide ayuda a los directores generales de Apple, Walmart, Visa, Boeing para que hagan su parte y ayuden con la contratación de desempleados. Más de 300 empresas se han apuntado a la iniciativa.
Además, Jarret ya le había pedido a estas grandes corporaciones: dejen de filtrar candidatos que automáticamente descalifican por el sólo hecho de estar desempleados.
Obama dijo algo sabio en su discurso del martes:
"Debemos luchar las batallas que tiene sentido luchar". Esta puede ser una de ellas.
Sí, porque hace falta fortalecer la clase media en Estados Unidos.