La pasión de los aficionados de los Seattle Seahawks no tiene límite

Los fanáticos han perdido la cabeza por el Super Bowl... Literalmente

El CenturyLink Field de Seattle tiene el honroso récord de ser el estadio más ruidoso de la NFL. Todo gracias a los fanáticos de Seahawks, cuya pasión no deja lugar a dudas.

La fiebre por el equipo que se ha instalado en el Super Bowl XLVIII contra los Broncos de Denver ha generado todo tipo de historias, en el que la afición desmedida es el común denominador.

Uno de los casos es McKenzie Jane Brown, una chica que decidió raparse la mitad de la cabeza para hacerse un tatuaje con el logo del equipo.

Brown es una gran fanática del equipo y nunca ha ido a un juego al estadio. Respondió a un reto de una radio local que ofrecía boletos gratis para el juego de playoffs contra New Orleans.

Ella no ganó, quedó en segundo lugar, pero su amiga hizo un video donde da testimonio del sufrimiento que tuvo que pasar intentando ganar. Según la autora del video McKenzie estaría dispuesta a llegar más lejos con tal de obtener unos boletos a New York al gran domingo de la NFL.

Otro caso memorable es una pareja de fanáticos que nombraron a su hija Cydnee Leigh 12th Mann, si 12th Man es oficialmente su nombre (El hombre 12), como se conoce a la afición de Seattle.

La noticia se esparció como pólvora, pues esta recién nacida ya quedó marcada de por vida con la afición de sus padres.

Welcome to the world, Cydnee Leigh 12th Mann. And yes, 12th really is her middle name. #SEAbestfans pic.twitter.com/Ab3WljjEZ0

— KING 5 News (@KING5Seattle) January 28, 2014

Nathaniel Wentz acudió a su centro laboral con el jersey de su equipo favorito, pero el gerente le pidió que regresara a su casa a cambiarse por el uniforme de diario, pues ese día conmemoraban a los Seahawks y sólo se aceptaba vestirse con el atuendo del equipo local.

"No está bien no pode vestirse con los colores de tu equipo", dijo Wentz a una televisora local.

Los aficionados rompieron el récord del estadio más ruidoso al generar 137,6 decibeles al festejar un touchdown en diciembre. Inclusive se generó un temblor de un grado aseguró John Vidale, un experto en sismos.

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