Ejecución en Ohio: 15 minutos de agonía

Ejecución en Ohio: 15 minutos de agonía

Decían que este método de ejecución, ahora sí, era rápido, que traía la muerte en muy poco tiempo. Que si bien no era indoloro, se acercaba a ello. Que costaba menos. Que...

Dennis McGuire fue condenado a muerte en 1994, por haber violado y matado a puñaladas a Joy Stewart. El asesinato fue en 1989. La víctima, de 22 años, estaba embarazada y recién casada.

Desde entonces y por casi 20 años, el reo estuvo en el pabellón de la muerte, hasta que le llegó el momento.

Los hijos ya adultos del condenado de 52 años de edad estaban presentes, en una sala de testigos, durante la ejecución. Más allá de que se trata de eventos que ocurren muy raramente, por la naturaleza del sistema judicial de Estados Unidos, el interés público por el novísimo método dictó la presencia de medios.

Un reportero de Associated Press informó que McGuire "pareció jadear varias veces durante su prolongada ejecución"... "lanzó varios sonidos semejantes a ronquidos durante los más de 15 minutos que se prolongó su agonía. Su estómago se hinchó y deshinchó varias veces y abrió y cerró reiteradamente la boca.
La ejecución se realizó por medio de dosis intravenosas de dos drogas, el sedante midazolam y el analgésico hidromorfona, derivado de la morfina".

La muerte pública y legal de McGuire vuelve a cuestionar el balance de la pena de muerte en Estados Unidos, el único país de Occidente junto con Bielorrusia en mantener este castigo en la mayoría de los estados.

Para colmo del absurdo, "el abogado de McGuire había dicho que su cliente enfrentaba serios riesgos de sufrir un fenómeno médico conocido como disnea, que lo llevaría a sentir terror al tener dificultad para respirar", dijo AP. Es decir: la ejecución le causaría... sufrimiento. Y no menos absurdo es que la apelación fue rechazada luego de que Ohio "argumentó que McGuire esperó demasiado para presentar la apelación, que fue entregada a principios de este mes".

Una de las drogas utilizadas en la ejecución debió ser reemplazada después de que el fabricante se negó a su uso para la pena capital.

Antes de morir, McGuire agradeció a la familia de la víctima por sus "nobles palabras" en una misiva que al parecer le enviaron. "Voy al paraíso y es allí donde los veré".

McGuire habría saludado a su hija, hijo y nuera con la mano. Luego se habría erguido, mirado a su familia y repetido varias veces "los quiero mucho".

"Calló por casi cinco minutos, luego emitió un sonoro ronquido y siguió así por varios minutos. Su boca se abría y cerrada desmesuradamente".

"Luego tosió".

Fue el final.

A pedido de los abogados de McGuire, el juez Gregory Frost ordenó al estado de Ohio tomar fotos y conservar las cajas donde estaban las drogas y las jeringas utilizadas para la ejecución.

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