Emigrar tiene muchos rostros, colores, y casi siempre, hay un precio, un dolor en el valiente acto de abandonar la tierra que nos vio nacer. Sólo quienes emigran -aún en condiciones de legalidad- conocen el costo que trae consigo.
Según las Naciones Unidas, ya son más de 230 millones de emigrantes en el mundo en el 2013 y lo más increíble que más de la mitad de esa cifra se concentra en 10 países.
Estados Unidos es el primero en la lista y se ha convertido en la puerta de entrada por mar y por tierra.
Este 18 de diciembre se celebra el Día Internacional del Migrante y por todos aquellos que buscan una oportunidad de superación, de una vida mejor, va nuestro reconocimiento y nuestra celebración.
Contrario a la xenofobia, cada vez más creciente, debemos agradecer la contribución de otras culturas al desarrollo social.
Aquí sólo unas imágenes, que es apenas nada, del dolor que se vive a nivel mundial
Las muertes en la frontera México-Estados Unidos
El estrecho de la Florida es la vía para los balseros cubanos para tratar de llegar a Estados Unidos y cumplir su "sueño americano", amparados bajo la todavía vigente Ley de Ajuste Cubano.
El amor dividido por esta barda en Tijuana. Familiares que viven legalmente en Estados Unidos se reúnen en un abrazo con sus seres queridos que viven en México.
Niños, que intentan llegar a Estados Unidos, algunos para reunirse con sus padres. Son utilizados también para transportar drogas.
Familias en la infernal ruta del desierto
"La Bestia", el infierno sobre ruedas, en este tren de carga que utilizan los migrantes centroamericanos como polizones para cruzar México y llegar a Estados Unidos.
El drama de los haitianos. Los niños entre las víctimas que más sufren el flujo migratorio. Una creciente falta de esperanza, de oportunidades en uno de los países con mayor pobreza del mundo. Los más pobres emigran en "masa" a República Dominicana. Los más ricos a Estados Unidos, Francia o Canadá.
Migrantes guatemaltecos tratando de llegar a México en esta precaria embarcación.