9 tradiciones navideñas que no podemos evitar amar

El muérdago usualmente se coloca en los dinteles de las puertas. Cuidado a quién besas cuando pases o estés debajo de una hoja de muérdago (mistletoe). La costumbre (asociada con la diosa del amor de los escandinavos) dice que los que se besan debajo del mistletoe, se casarán, serán felices y tendrán buena suerte todo el año. Doscientos años A.C., los sacerdotes druidas reverenciaban el muérdago porque no tenía raíces y se mantenía verde todo el invierno. Los celtas creían que tenía poderes de sanación y la usaban como antídoto de veneno, contra la infertilidad y para protegerse de los espíritus malos

Las plantas de Pascuas (Nochebuena) que son parte de toda decoración navideña son nativas de México. Aquí se les llamó poinsettias en honor a Joel R. Poinsett, embajador de los Estados Unidos en México que trajo la planta en el 1828. Una leyenda cuenta que un niño mexicano, camino a visitar una escena de la Natividad, se dio cuenta de que no tenía regalo para el niño Jesús. Cortó varias ramas en el camino y las puso al pie del pesebre, aunque otros niños se burlaron de él. De repente, brotó una bella flor roja en forma de estrella. Los pétalos rojos son en realidad las hojas superiores de la planta.

Los bastoncitos de menta (candy canes en inglés) -¿Sabías que tienen su origen, forma y color por Jesucristo? Estos populares dulces de menta datan del 1670, cuando el director de un coro quería tranquilizar a los niños en la Catedral de Colonia durante las celebraciones de Navidad. Le comisionó al fabricante de dulces crear una golosina que tuviera arriba la forma de un bastón para recordar a los niños el nombre del niño Jesús. También especificó que el dulce fuera blanco por la pureza de Cristo, rojo por la sangre que derramó y que tuviera tres franjas representando a la Santa Trinidad.

El árbol - Una vez puesto y decorado, empezó la Navidad. En los Estados Unidos, las generaciones anteriores lo ponían el 24 de diciembre. Ahora se instala temprano o a mediados de diciembre, como acostumbramos los hispanos, para disfrutarlo durante más tiempo. ¿Cómo empezó la tradición? San Bonifacio, quien convirtió al cristianismo a muchos alemanes, vio a un grupo de paganos adorar un árbol de roble. Le dio mucho coraje y lo derrumbó. En su lugar, brotó un árbol de abeto. Él lo interpretó como una señal de Dios y desde entonces el árbol ha sido símbolo cristiano de la Navidad.

Las medias - Cada miembro de la familia tiene la suya, se cuelgan y se rellenan con dulces o pequeños obsequios. La leyenda dice que un noble enloqueció con la muerte de su esposa y despilfarró su fortuna, dejando en la ruina a sus tres hijas. San Nicolás escuchó los ruegos de las niñas y tiró por la chimenea tres bolsos llenos de monedas de oro, que cayeron justo dentro de las medias que ellas habían colgado para secar.

Ver películas de Navidad - Se acostumbra ver muchos clásicos del cine como: "A Charlie Brown Christmas", "It's a Wonderful Life", "The Christmas Story", "Home Alone", "Rudolf the Red-Nosed Reindeer", "Frosty the Snowman", "The Grinch Who Stole Christmas", "Elf", "A Miracle on 34th Street" y otras. El canal Hallmark se distingue por sus películas familiares y románticas de Navidad, y HBO y otros canales producen programas y películas especiales. Las palomitas de maíz y el chocolate caliente no faltan. Los hispanos añadimos sopas, asopaos, pan, taquitos y otra “picadera” o comida reconfortante.

Regalar - Aunque no lo sepamos y creamos que regalar es un hábito puramente consumista, regalar en Navidad se asocia a la Navidad original cuando los Reyes Magos llevaron regalos al niño Jesús. Le obsequiaron incienso, oro y mirra para su seguridad, en señal de buena fe.

Enviar tarjetas de Navidad - Esta costumbre es popular desde el 1822, cuando eran hechas a mano. En Los Estados Unidos, aunque haya tarjetas digitales, se intercambian anualmente dos mil millones de tarjetas impresas.

Acebo (holly), hiedra (ivy) y las hojas verdes - En el norte de Europa, la Navidad ocurría en medio del invierno y decían oír fantasmas y demonios aullar en el viento. Se creía que el acebo (holly) tenía poderes mágicos y se colocaba en los dinteles de las puertas para alejar a los espíritus malos. Se traían hojas verdes dentro de la casa para contrarrestar la frialdad y el gris del invierno. Además, una leyenda cuenta que el acebo surgía de las pisadas de Cristo cuando caminaba en la tierra. Sus hojas representaban la corona de espinas que Cristo llevó y las cerezas, la sangre que derramó.