Lupillo Rivera sí fue al homenaje que sus hermanos le organizaron a Jenni Rivera en el Arena Monterrey: se subió al escenario, habló, se abrazó con sus sobrinos y se sentó con sus padres. Pero la guerra sigue y aquí te contamos lo que pasó detrás de este reeencuentro.
No todo fue paz como se podía ver a la vista en el recinto donde La Diva de la Banda dio su último concierto. Tal como te contamos antes que nadie en HuffPost Voces, Lupillo sí llegó al concierto titulado "Jenni Vive 2013".
En medio de la presentación de Diana Reyes, Lupe se apareció y apenas lo vio la cantante lo invitó a subir al escenario. Durante más de cinco minuto estuvo tratando de persuadirlo sin éxito. Lupillo solo quiso ir a cumplir con su hermana, con sus sobrinos pero no se sentía capacitado de pisar el último escenario donde estuvo Jeni.
Todo cambió cuando fueron sus sobrinos los que se cercaron a pedirle que subiera y en especial cuando Michael le estiró su mano. Conmovido finalmente Lupillo accedió y se perdió en un abrazo con ellos.
Micrófono en mano aclaró que lejos de los que mucho piensan, eso no estaba planeado, que él no pensaba ir como lo había sostenido. Que lo hizo por respeto a su hermana, amor a sus sobrinos y que no quería pisar el escenario que tuvo a Jenni por última vez por ser un lugar sagrado.
"Yo estoy aquí por una mujer que soportó anoche [en su concierto en Iturbide] frío, le mareo de las curvas de la carretera y las horas en ese lugar. Estoy aquí por ti madre", dijo Lupe frente a todos sus hermanos y sobrinos que lo miraban desde arriba del escenario.
Pero ese momento casi mágico se terminó rápidamente cuando Juan lo invitó a sentarse en el sector de la familia y Lupe se negó y no solo eso, sino que tampoco saludó a sus hermanos.
Lo que pocos saben es que de inmediato el Toro del Corrido se fue y se subió a su camioneta decidido a terminar con su presencia en el lugar. En ese momento, personas que estuvieron presentes y le contaron a HuffPost Voces, su mamá doña Rosa y su papá don Pedro salieron corriendo a buscarlo y entre lágrimas la mujer que le dio la vida le pidió que regresara y se sentara a su lado, que lo hiciera por ella y por Jenni.
Fue así como finalmente, de la mano de su madre Lupe regresó al escenario y se sentó al lado de sus padres. Enseguida su hermano Gustavo corrió a saludarlo, justamente el hermano con el que comenzó el pelito, aunque parecía más preocupado por salir abrazándolo en las fotos que por una reconciliación verdadera con Lupillo, pues después de los flashes no se volvieron a dirigir la palabra.
Su sobrinos, con Chiquis adelante fueron hacia él y Lupe se levantó para abrazar y saludar a cada uno de ellos, a los que no veía hace meses. Sin embargo, nunca se acercó ni se saludó con el resto de sus hermanos y una vez terminado el concierto Lupillo se fue tal como vino: solo y en guerra con sus hermanos.
Tal como Juan se lo dijo a Tanya Charry y se lo pidió frente a las cámara de "El Gordo y la Flaca": "Carnal ven, si quieres al día siguiente seguimos con las broncas y las guerras, pero ven por Jenni a su homenaje".
Y Lupillo lo cumplió al pie de la letra: estuvo, compartió, hizo feliz a sus sobrinos y sus padres y se fue con la misma guerra con sus hermanos. La paz sigue sin llegar a la familia Rivera.
