Desde 1973, cuando la Suprema Corte de justicia en su decisión histórica Roe Vs. Wade acató el derecho de la mujer al aborto en Estados Unidos, los oponentes de la medida han logrado, mediante un a lucha sin cuartel, estado por estado y ciudad por ciudad, reducir este derecho al mínimo legal. Si bien los así llamados "Pro Vida" - en contraposición a los "Pro Elección" - no lograron revertir totalmente la decisión, sí han logrado que poco a poco le sea más y más difícil a una mujer, en todo el país, llevar a cabo un aborto.
En julio de este año, parecía que los enemigos del derecho de la mujer a su propio cuerpo habían presionado más de la cuenta, cuando la legislatura de Texas aprobó y el gobernador Rick Perry refrendó con su firma una nueva ley antiaborto, quizás la más restrictiva en todo el país, al cabo de un muy acalorado debate.
Una de las cláusulas que más protestas atrajo de esa ley es la que demanda que para que un médico pueda tener derecho a llevar a cabo un aborto, debe tener "derechos de admisión" (de sus pacientes) en un hospital cercano. La cláusula fue diseñada de manera tal que invalide este derecho de los médicos que trabajan para la organización Planned Parenthood, que o bien carecen de el derecho de admisión o sus clínicas no tienen un hospital cercano. Y aunque durante los meses en que avanzó el proyecto de ley estos profesionales trataron de otener los derechos de admisión, se les fueron denegados. El resultado es que muchas clínicas de Planned Parenthood deberán cerrar cuando la ley se ponga en efecto.
Para evitarlo, la organización apeló a la justicia federal, pero el Quinto Tribunal de distrito con sede en Nueva Orleans y que cubre el estado de Texas, invalidó su pedido de bloquear esta cláusula mientras siguen los procedimientos legales. Y este martes, la Suprema Corte de Justicia, en su familiar división de 5 contra 4, avaló la decisión del tribunal mayor y asestó un fuerte golpe a los defensores del derecho al aborto.
Hasta ahora, la ley llevó a la clausura de la tercera parte de las clínicas de aborto en Texas, y este veredicto ampliará esta figura.
Planned Parenthood, conjuntamente con las otras clínicas que proveen servicios de aborto en Texas, había dicho que "a pocos días de que se anulara una suspensión (inicial de la ley), más de la tercera parte de las instituciones que proveen abortos en Texas fueron obligados a dejar de dar este servicio y muchas otras debieron reducir drásticamente el número de pacientes a los que pueden dar atención médica. Muchas citas fueron canceladas y mujeres que piden un aborto son rechazadas".
Hace aproximadamente un año, Texas eliminó los fondos para grupos que respaldan el derecho al aborto, y excluyó a Planned Parenthood de su programa que provee atención médica a mujeres pobres.