Los hispanos residentes en los Estados Unidos adoptan el Día de Acción de Gracias y se acostumbran a celebrarlo, primero porque ven la oportunidad de dar gracias y tienen fuertes raíces religiosas. Es una oportunidad para preparar una cena y reunión familiar, además de que es parte de su decisión de incluir algunas costumbres del país donde viven. ¿Cómo no adoptar un festejo más, si hacemos honor a que celebramos todo con comida, bebida y alegría?
Lo más suculento de eso está en las adaptaciones que hacemos al menú americano porque una cena hispana de Acción de Gracias tiene las siguientes diferencias:
- Un pavo condimentado tres días antes, absorbiendo la sazón de las especias
- Un relleno a base de carne, frutas, almendras o un relleno de mofongo de plátano, de yuca o de amarillo (no solo de pan ni cuadritos tostados de pan)
- Un arroz con gandules o chorizo, anticipando la Navidad
- Frituras de calabaza
- Puré de batata o boniato o cualquier otro plato a base de ese vegetal, que sí es muy latino
- La cacerola de habichuelas tiernas se incluye si hay algún invitado americano.
- Pan, por supuesto, porque no sabemos celebrar sin pan
- Flan de calabaza porque la calabaza es parte del menú americano, pero los hispanos no acostumbran hacer pies, sino flan.
- Los hispanos mexicanos y de tantos otros países latinos agregan sus especialidades originales, sumando sabor y color a la cena de Acción de Gracias.
Todo eso suena exquisito, pero el día cuando lo primero que agradeces es no tener que trabajar ni llevar los niños a la escuela, casi le tienes miedo a esta famosa cena. Lee estas “orejitas” para hacerte la vida más fácil, si es tu casa donde será la reunión:
- Pide a tus familiares que aporten algún plato, hielo, refrescos o bebidas. Confírmalos para que no se les olvide.
- Toma de 10 a 12 horas descongelar un pavo de 20 a 24 libras en agua fría. En la nevera toma de 5 a 6 días. Mejor marina el pavo tan pronto lo traigas del mercado, preferiblemente de 2 a 3 días antes de la cena, y guárdalo en la nevera.
- Esa semana, prepara de antemano lo que puedas en cuanto a alimentos, por ejemplo, el relleno del pavo. Es menos pesado hacer algo cada día que extenuarte el mismo día y el anterior. Deja para el mismo día lo que tengas que hacer al momento, como algún complemento.
- No te pongas la presión de ser tan anfitriona perfecta y hacerlo todo tú. Si tienes presupuesto para comprar algo ya preparado, hazlo así.
- Asígnale tareas a tu pareja y a tus hijos Pide a algunos invitados de más confianza que lleguen antes para que te ayuden a servir. Coordina un grupo de ayuda para limpiar y recoger después de la cena.
- Haz presupuesto para servir en “vajilla” desechable bonita. Si sabes dónde comprarla, puede ser muy económica y habrá poco para fregar después.
- Evita el pánico en cuanto a las horas que requiere hornearse el pavo, y si va a estar bien cocinado a tiempo. Antes de irte a dormir la noche anterior, rellénalo y mételo al horno, bien cubierto con papel de aluminio, a una temperatura de 250 grados. Cuando te levantes al día siguiente, el pavo va a estar cocinado y tierno.
- No pruebes recetas porque eso te añade tensión. Sirve a tus invitados los platos que tú sabes que te quedan sabrosísimos.
¡Feliz Día de Acción de Gracias!