Por segundo año consecutivo el dúo de hermanos 'Jesse & Joy" están nominados a Latin Grammy por 'Canción del Año". Un privilegio que hasta ahora solo tenía Alejandro Sanz. Sin embargo, lo más significativo es que el tema "Llorar" lo compusieron junto a la hija de Jesse de 9 años.
En entrevista exclusiva con HuffPost Voces, Joy habla del mágico mundo de vivir en la música, qué significa cantar frente a sus colegas y el difícil y fascinante arte de tener a su hermano como socio.
¿Qué significa para ustedes Latin Grammy?
De los sentimientos más fuertes. Mi hermano y yo comenzamos hace diez años, quizás suene a poco pero a la edad que tenemos es mucho. Yo comencé teniendo 15 entonces de pronto sí da gusto, mira atrás y te dices: “No he estados perdiendo mi tiempo, voy por buen camino”… Nos vemos aún por muy largo plazo, son de esas sorpresas que nos encanta recibir.
¿En qué momento sintieron que iban en buen camino?
Es raro porque ni mi hermano ni yo teníamos planeado dedicarnos a esto, nunca fue como nuestro sueño o nuestro plan, simplemente hacemos música por amor al arte, era una terapia para nosotros sentarnos a hacer música, nos sentíamos libres en expresar nuestros sentimientos más profundo. Cuando nos ofrecieron dedicarnos a esto de manera profesional, ahí sentimos que era nuestro destino. Desde entonces tener 10 años dedicándonos a esto, tener tres discos donde la gente ha reaccionado increíble. Cantar en el escenario y de pronto ver a una niña pequeña y a una persona mucho más grande estar cantando nuestra canción con tanta pasión y sintiendo que la historia es de ellos, creo que ahí es la satisfacción de sentir que algo va bien.
Diez años es casi la mitad de tu vida, ¿recuerdas que hacías cuando no estabas haciendo música?
Es raro, muchas gente nos pregunta que cómo es esto, que si estamos acostumbrados… La verdad es que es casi lo único que conocemos mi hermano y yo. Este es mi primer trabajo y espero que sea el único que tenga toda mi vida pero recuerdo que al menos yo pensaba en a qué quería dedicarme cuando sea grande, recuerdo que pensaba en cuidar a los animalitos y ser veterinaria, pero por el otro lado me decía que no porque no los soporto ver sufrir… No sabía exactamente qué quería, fue como muy lindo, se dio como tan naturalmente que ya no me acuerdo qué hacía antes.
Y sigue la tradición porque tu sobrina compuso con ustedes esta canción nominada.
Es loquísimo porque mi sobrina tiene 9 años y yo creo que ella aún estuvo más expuesta a la música de lo que estuvimos mi hermano y yo cuando estábamos creciendo. Había canciones que ella escuchaba desde la barriga de su mamá y pateaba con más ansiedad. De pronto ya creció dentro de esto. Recuerdo que estaba mucho más chiquita de lo que está ahora y penas podía sostener una guitarra y la tocaba con mucha delicadeza y creo que desde ese momento comenzamos a ver que le gustaba. De repente le agarra el teléfono a sus papás y a escondidas se pone a grabar canciones y canta. En una de esas estaba el tema “Llorar” y mi hermano me la enseñó como “¿creo que aquí hay algo más?”… Nosotros estábamos en un viaje de trabajo en Los Angeles y coincidimos que Mario [Domm] estaba por allá y nos juntamos para componer. Le mostramos lo que había hecho mi sobrina y lo tomamos como el esqueleto, le sumamos lo que faltaba y cuando la terminamos, nos miramos los tres y dijimos: “Esto está muy fuerte”. Hay tenas que cuando los terminas se te enchina la piel y mientras los estás escribiendo inconscientemente escuchas a la gente que lo está coreando.
¿Se esperaban esta nominación justo con una canción con esta historia familiar?
Mi hermano y yo no estábamos esperando nada para estos Grammys, ya nos habíamos quedado con un muy buen sabor de boca del año pasado. Ese día yo me desperté sin acordarme que eran las nominaciones, nuestra publicista que es nuestra buena amiga me escribe y me dice: “Hay nominación este año a ‘Canción del Año’”. Yo no sabía ni de qué me hablaba hasta que como que reaccioné un poquito, le marqué a mi hermano porque no podía ser, hasta ahora la única persona que había estados nominado dos años seguidos a “Canción del Año” había sido Alejandro Sanz. Es increíbles, son de esas sorpresa que te dice que algo estamos haciendo bien, gracias a Dios.
¿Qué pasa en la parte que no se ve de los Latin Grammys?
Es como una reunión entre amigos que haces una vez al año. De repente te encuentras con gente que hace muchos años que no veías. A mi me da mucha felicidad y gusto poder compartir. De hecho, vamos a estar un día antes para compartir con Miguel Bosé.
¿Qué sienten cuando se suben a un escenario ya no solo cantan para el público sino a sus colegas?
Creo que es cuando más vulnerable se siente uno, porque es donde muchas gente te ve a través de sus televisores, mucha prensa, los colegas. El sentimiento es como si estuvieras en el ojo del huracán, pero por el otro lado ver caras conocidas entre la gente es un poco de alivio. Para mí en lo personal donde más nervios me da cantar es cuando lo hacemos para la familia que es la gente que más me conoce, pero para amigos es un poquito confortante, porque aunque tengas un poquito de nervios arriba, no importan porque sabes que la gente que te está viendo sabe lo que estás sintiendo.
¿Qué es lo bueno y lo no tanto de trabajar en familia con tu hermano?
Empezamos juntos a la edad que estás dejando la adolescencia, son años difíciles, y los pasamos lejos de mamá y papá que son normalmente los que ponen en orden. Fue un poquito como “la ley de Oeste” al principio, irnos acoplando, un tira y afloje de ambas partes para saber por dónde, pero eventualmente creo que estamos muchísimo más unidos como amigos, como hermanos y como socios y afortunadamente por más fuerte que llegue a ser una pelea siempre seremos socios entonces eso nos obliga a decir “Ok, tenemos que hablar nuestras diferencias”. Y por otro lado siempre somos familia, por más desagradable que sea lo que nos pase en lo laboral, está el sentimiento de familia y de amistad que creo que hoy por hoy es lo más fuerte que tenemos hoy en día.
(Sigue los Latin Grammy en vivo en HuffPost Voces)
