No hay nada que Nonito Donaire disfrute más que sonreír y convivir con la gente que lo rodea, pero cuando se trata de subir al ring a enfrentar a algún rival se transforma y él describe qué es lo que le pasa:
“Uno tiene que transformarse. Tengo que ser otro, alguien que esté dispuesto a lastimar a su rival hasta que no se quiera mover. Pero eso no quiere decir que esté mal, me gusta ser una persona tranquila”, dijo a HuffPost Voces el peleador filipino, quien este fin de semana en el American Bank Center de Corpus Christi, Texas, se medirá ante Vic Darchinyan en un duelo de revancha que tardó seis años en realizarse.
El peleador de origen oriental regresará este fin de semana a los encordados, luego de haber sufrido una derrota, tras 12 años invicto, ante el cubano Guillermo Rigondeaux.
“Esa derrota cambió mucho la forma en la que me enfocaba en el boxeo, ahora entreno con muchas más ganas y hasta Robert García se ha acercado a pedir que baje un poco la intensidad con la que entreno. Esa derrota me inyectó motivación para seguir en el boxeo y estoy ansioso de subir”, explicó Filipino Flash.
Donaire – peleador que tiene una foja de 31 victorias, 20 antes del límite y dos derrotas – aseguró que si en 2007 no tuvo piedad del armenio esta ocasión será mucho peor, pues del resultado de esta contienda pende su futuro.
“Él dice que me destruirá, que no dejará nada de mí. Que él me hizo y él me destruirá. Pero yo no me voy a quedar cruzado de brazos. Si él me toca, yo lo lastimaré; si él me pega, yo lo haré dos veces. Sé que tengo mucho más que él para darle al público y lo demostraré esa noche”, finalizó el peleador de 30 años de edad.
Before You Go
