Para las elecciones presidenciales de 2016 faltan, bueno, exactamente tres años. Y al menos 18 meses antes de que el mundo político estadounidense realmente despierte a la vida, con sus primeros precandidatos y la eterna carrera tras multimillonarios fondos.
Pero a juzgar por lo que sucede alrededor de Chris Christie, el gobernador republicano de New Jersey, los plazos parecen haberse acortado y el momento parecería estar más cerca.
De otra manera parecería difícil explicar el porqué del filtrado, a comienzos de semana, de un incidente que podría echar en tierra las aspiraciones presidenciales de este representante del ala "moderada" dentro del partido GOP.
Ayer, el Wall Street Journal reportó que un libro sobre la campaña presidencial de Mitt Romney en 2012, que todavía no ha sido publicado, afirma que Christie era un finalista en la búsqueda tras candidato para vicepresidente. Pero no fue decidido porque "tenía en su haber cuestiones sin responder respecto a una demanda por difamación de un período previo de su carrera política. También había un arreglo financiero con la Comisión federal de la Bolsa de Valores que daba fin a una investigación de fraude en torno al hermano de Christie. Además, subsistían preguntas sobre la identidad y documentación de su servicio doméstico, sobre el período en que trabajó como cabildero para la industria financiera, y sobre su historial médico".
El New York Times recibió una copia del libro y reportó que "la carpeta con información sobre el historial del gobernador estaba llena de cargas explosivas potenciales".
Romney, o su equipo, examinaron la información y optaron por el congresista Paul Ryan, líder del movimiento radical Tea Party.
Se especula que por la misma razón, Christie decidió que no era el momento para postularse como candidato presidencial. Otros motivos es que las encuestas dentro del partido republicano arrojaban que sus posiciones centristas sobre control de armas y calentamiento global tenían muy poco apoyo entre los conservadores del Sur, que son el elemento más fuerte entre los que eligen al candidato.
Según el Wall Street Journal, Romney podría haberle hecho un favor a Christie al no designarlo candidato vicepresidencial, ya que le dio tiempo - unos cinco años - para solucionar sus problemas del pasado.
Pero el filtrado llegó en momentos en que Christie ganaba la reeleción cómodamente este martes, cuando su nombre ocuparía los titulares y cuando él podría al menos insinuar sus propósitos nacionales.
¿Cómo reaccionó Christie a la noticia sobre el libro? "Es que quieren vender libros, por eso lo dicen, pero no hay nada nuevo en ello", afirmó repetidas veces este martes durante las últimas horas de su campaña electoral, refiriéndose a los autores, Mark Halperin y John Heilemann.
Pero a quien parece haber molestado la revelación y el momento de su publicación es al excandidato, Mitt Romney, que pertenece en trazos generales a la misma ala política que Christie.
Según CNN, Christie dijo que "el mismo día me llamó Romney para decir que estaba realmente avergonzado e indignado". Y respecto al filtrado sobre el libro, agregó el gobernador que "es una violación total de la confianza en mí y del espíritu en el que entré en ese proceso", refiriéndose al proceso de selección de candidato vicepresidencial.
Al parecer, una importante fuente de resentimiento hacia Christie por parte de la campaña de Mitt Romney fue que después del huracán Sandy, el gobernador trabajó estrechamente con el presidente Obama, quien como se sabe finalmente derrotó al republicano. Quizás esa fue la razón de que alguien en la campaña de Romney filtró la información confidencial de Christie a los periodistas.
Y finalmente, Romney quizás quiso comensar a Christie por el potencial daño de los descubrimientos en el libro, cuando la semana pasada alabó una futura candidatura presidencial del gobernador de New Jersey y descartó otra, la del senador Ted Cruz de Texas.