Los 'Paparazzi' son pesadilla de los famosos, pero entretienen al público

La pesadilla de los famosos
A Visitor stares at one of Federico Fellini's 'La Dolce Vita' scene pictures showing Paparazzi as part of an exhibition in Rome's Macro Museum on October 29, 2010. The fifth Rome International Film Festival will mount a 50th anniversary tribute to Federico Fellini?s La Dolce Vita with the premiere of the film?s new digital restoration at the Auditorium Parco della Musica on October 30. AFP PHOTO / Filippo MONTEFORTE (Photo credit should read FILIPPO MONTEFORTE/AFP/Getty Images)
A Visitor stares at one of Federico Fellini's 'La Dolce Vita' scene pictures showing Paparazzi as part of an exhibition in Rome's Macro Museum on October 29, 2010. The fifth Rome International Film Festival will mount a 50th anniversary tribute to Federico Fellini?s La Dolce Vita with the premiere of the film?s new digital restoration at the Auditorium Parco della Musica on October 30. AFP PHOTO / Filippo MONTEFORTE (Photo credit should read FILIPPO MONTEFORTE/AFP/Getty Images)

Los paparazzi son la pesadilla de los artistas, políticos y otras celebridades que se quejan de que los persiguen sin piedad durante sus horas privadas. Algunos han perdido la cabeza golpeando a los paparazzi y/o rompiendo sus cámaras. Otros los han denunciado por acoso y han gestionado órdenes de alejamiento contra ellos. Hay una que otra celebridad que los maneja sin mayores incidencias. Entre los hispanos, no conozco que Chayanne haya tenido problemas con ser perseguido. En varias situaciones lo he visto sonreír, dejarse retratar y seguir caminando.

Aunque no le guste a los famosos, ¿qué nos haríamos los fans, el público, sin los paparazzi? No conoceríamos las intimidades de nuestros artistas favoritos ni los chismes de los políticos en aprietos. ¿Qué sería de los medios de comunicación en su lucha diaria por el rating, la circulación, la venta (dependiendo del género del medio), los clicks, gracias a las noticias y a las fotos exclusivas? ¿Cuán productivos serían las investigaciones y los tribunales sin una foto indiscreta tomada en el momento propicio? Ser famoso tiene su precio y no es un delito retratar a figuras públicas sin su autorización.

¿Qué es un paparazzi? Mucha gente cree que es un periodista impertinente. No. Un paparazzo (paparazzi es en plural) es un fotógrafo independiente cuyo trabajo es retratar personas célebres en momentos íntimos y actividades privadas, sin previo aviso. Entonces vende las fotos al mejor postor, que puede llegar a pagarle cifras en los miles y los millones. Esa es su rutina normal. La palabra se generalizó como nombre para los fotógrafos impertinentes después de la película "La Dolce Vita" en el 1960, donde Federico Fellini incluyó el personaje de un fotógrafo entrometido con el apellido Paparazzo. En un dialecto italiano, paparazzo significa "el zumbido de un insecto". Fellini le puso ese nombre al personaje porque su voz era tan molestosa como el zumbido de un insecto, pero mucho más fuerte. En otro dialecto, paparazzi se llama a la almeja local, parecida al obturador de un lente de cámara.

Hay paparazzi profesionales en todos los países y culturas, unos más famosos que otros, y ahora todo el que tiene celular con cámara intenta ser paparazzo aficionado. En Estados Unidos, a Ron Galella se le llama "El Padrino de la cultura papparazi" y su sujeto favorito para seguir a todas partes y retratar era la Primera Dama Jacqueline Kennedy. Ella llegó a gestionar una orden de restricción contra él porque la seguía mientras ella paseaba con sus hijos en el Parque Central de Nueva York. Él siempre insistió y le preguntaron una vez por qué Jackie Kennedy era su favorita. Él respondió que porque era una mujer siempre activa, visible y caminaba ignorando su cámara y las cámaras en general, muy segura de sí misma.

El lente indiscreto de Galella también retrató a Madonna, Michael Jackson, Marlon Brando, Sean Penn, Lady Diana, Britney Spears, Lindsay Lohan, Reese Witherspoon, Hugh Grant y Kanye West, entre miles de famosos. En otra ocasión, le preguntaron cómo comparaba el trabajo de paparazzi cuando él empezó (1950), con los tiempos actuales. Adujo que antes era más fácil y divertido porque no había fans rodeando a los artistas, no había seguridad vigilando ni impidiendo el paso, ni publicistas imponiendo reglas. Aún sin quererlo, las celebridades estaban más accesibles al lente fotográfico.

Los paparazzi modernos siguen el mismo principio profesional de siempre: tomar una foto a toda costa, utilizando cualquier medio necesario, y cobrar por ellas cantidades extravagantes de dinero. Las únicas limitaciones de un paparazzo son sus recursos, su destreza y su atrevimiento. La competencia de la industria no da lugar a excusas y por eso él casi no distingue entre la vida pública y la privada, y se acerca a sus sujetos todo lo más que puede, por peligroso que sea.

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