No fue un reunión normal. Fue un evento único.
Tomó seis décadas hacer realidad el sueño y que tres hermanas se volvieran abrazar, a besar, a sentir después de una separación forzada como es la realidad de muchos cubanos exiliados y sus familiares que quedaron en la isla caribeña cuando triunfó la revolución de Fidel Castro en 1959.
Esta semana, las tres hermanas cubanas Ina Jenner y Gloria González vieron a su hermana, Rosa Llorca, quien llegó procedente de Cuba después de 60 años de separación.
Jenner y González se mudaron a Estados Unidos a principios de 1950 y cuando Castro asumió el poder, a Llorca no le permitieron viajar para reunirse con el resto de su familia, quien ya residía en territorio estadounidense.
Con las inexistentes relaciones diplomáticas entre la isla y Estados Unidos, las hermanas estuvieron incomunicadas por años hasta ahora que se hizo posible el reencuentro.
Llorca tiene 83 años, pero aún así pudo reconocer a sus hermanas en St. Louis
En este año, otras reuniones similares entre hermanos separados han sido posible. El pasado enero, dos hermanas de Bosnia, separadas durante la Segunda Guerra Mundial, se reencontraron gracias a Facebook después de 72 años.
También dos hermanas guatemaltecas, quienes habían perdido comunicación, lograron reconectarse después de 31 años.
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