Crisis de gobierno: es el momento de decidir

Crisis de gobierno: es el momento de decidir
WASHINGTON, DC - OCTOBER 11: (EDITORS NOTE: Retransmission with alternate crop.) U.S. Senate Majority Leader Sen. Harry Reid (D-NV) is seen through a window as he arrives at the U.S. Capitol for the day October 11, 2013 on Capitol Hill in Washington, DC. The U.S. Government is on its 11th day of a shutdown. (Photo by Alex Wong/Getty Images)
WASHINGTON, DC - OCTOBER 11: (EDITORS NOTE: Retransmission with alternate crop.) U.S. Senate Majority Leader Sen. Harry Reid (D-NV) is seen through a window as he arrives at the U.S. Capitol for the day October 11, 2013 on Capitol Hill in Washington, DC. The U.S. Government is on its 11th day of a shutdown. (Photo by Alex Wong/Getty Images)

ACTUALIZACIÓN 4:2' PM EST:

Katie Hunt, reportera política de NBC News, informa que los republicanos en el Senado se reunirán para tomar una decisión a las 5:30 PM EST.

Senate Republicans to caucus after 5:30 pm votes today to discuss latest budget negotiations. #dealornodeal?

— Kasie Hunt (@kasie) October 14, 2013

ACTUALIZACIÓN 3:45PM EST:

Según el Washington Post, el Presidente Barack Obama pospuso la reunión que tenía planificada para esta tarde del lunes con los cuatro líderes del Congreso (dos por cada Cámara, dos por cada partido), para permitir que se finiquiten los detalles de un acuerdo que llevaría a su fin la paralización del gobierno federal e impediría que el país caiga en cesación de pagos.

El plan financiará las actividadesl del gobierno federal hasta el 15 de enero y aumentará el top de la deuda hasta el 15 de febrero, momento en el cual se deberá llegar a una solución de más largo plazo, al menos un años. La propuesta todavía necesita presentarse en forma de resolución legal en el Senado para su aprobación y luego para la de la Cámara Baja, donde por ahora dominan aquellos opuestos a todo acuerdo.

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¿Negocian o no? ¿Avanzan o están estancados... o retroceden? ¿Habrá acuerdo entre republicanos y demócratas... y si no lo hay? ¿Sobrevendrá el caos o no pasará absolutamente nada? ¿Quién gana? ¿Quién pierde?

Y en realidad, ¿de qué se trata? ¿Y por qué me tiene que importar?

A esta altura, ya sobre el filo de la hora, la confusión reina. En algunos medios, por ejemplo el Boston Globe, podemos leer que no hay solución a la vista. La foto es del líder demócrata del Senado, Harry Reid, con una expresión tal de desánimo que contagia.

En cambio, para la agencia Reuters, a través del Huffington Post, la negociación está progresando, y la foto es del mismo Reid, solo que en actitud enérgica y decidida.

Y este lunes, los líderes del Congreso de ambos partidos se reunirán con el presidente Obama. Quizás por eso de las apariencias, para "save face". Quizás porque ya hay un arreglo a grandes rasgos. En las actuales circunstancias, el spin - el juego de percepciones - las informaciones falsas, los filtrados interesados a la prensa hacen difícil ver la situación tal cual es.

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Pero de lo que no hay duda es que éste - y no mañana, sino ahora - es el momento de las decisiones. El acuerdo, según el bien informado New York Times, "reabrirá el gobierno hasta fin de este año, elevará el techo de la deuda hasta 2014, iniciará negociaciones presupuestarias y ofrecerá ciercas concesiones a los republicanos respecto a la ley de cuidado de salud del Presidente Obama".

Y no sorprenderá si el anuncio sobreviene este lunes, el martes, el miércoles... o segundos antes de que venza la autoridad de préstamos del gobierno.

Estos son los datos preliminares.

En tres días, vencerá la autorización legal para que el gobierno de Estados Unidos siga efectuando pagos por servicios y contratos ya prestados. El partido de oposición en el Congreso - los republicanos, con mayoría en la Cámara de Representantes - se niega a extender esa autorización. De la misma manera, dos semanas atrás, la misma agrupación, liderada por su facción militante, el movimiento Tea Party que aprovecha un liderazgo débil e incapaz de resistir en la figura del presidente de la Cámara John Boehner, llevó al cierre paulatino y progresivo de las agencias gubernamentales al vencer la autoridad del Tesoro de pagar por sus gastos.

La motivación inicial del sector radical fue su demanda que a cambio de cualquier concesión se anule, suspenda o enmienda la Ley de Atención Médica a Bajo Costo, que llaman Obamacare y que se puso en efecto mayormente el 15 de octubre. Este reglamento agrega millones de personas al caudal de personas que reciben seguro médico, pero obliga a cada individuo a contratar un seguro o pagar una multa, y se basa - como todo servicio público - en que quienes menos requieren el servicio, los jóvenes, paguen más para financiar medicina para los ancianos, enfermos y pobres.

El cierre de gobierno ha causado la suspensión - por ahora sin pago - de alrededor de un millón de empleados de gobierno y el cierre paulatino de servicios para quienes no tienen recursos: madres de bajos recursos, educación especial, jubilados, veteranos de guerra sin suficientes ingresos. En general, la población pobre. En este momento son pocos los adalides de éstos en nuestro poder legislativo.

En cambio, abundan quienes suenan las campanas de alarma si es que cesan los pagos a las agencias financieras internacionales. El buen nombre de Estados Unidos está en peligro, lo mismo que su cualificación crediticia y el costo de futuros préstamos. A la fuerza, si bien los daños de esta crisis adicional serán inicialmente asestados a la comunidad financiera, ésta transladará el costo a los consumidores, aquí y en todo el mundo si la crisis se expande.

Y sí, todo se reduce a una confrontación política, ideológica, titánica, histórica. Se centra en la división del partido Republicano después de su debacle electoral de hace un año. Se debe al intento de su liderazgo de prevenir la crisis interna, por lo que está dispuesto a ceder ante el sector más combativo.

Pero en la última semana el nivel de acusaciones mutuas entre los partidos ha bajado. Callan los cañones y las musas de la negociación regresan. Y ante la imposibilidad de un acuerdo en la Cámara Baja, donde son fuertes los intransigentes, es ahora en el Senado en donde se concentran las negociaciones. De ahí que las fotos ahora son de Reid y no de Boehner.

El liderazgo tradicional republicano, fuerte en el Senado (con excepción de Ted Cruz, líder del Tea Party) sabe que a esta altura, cuando las papas queman, cuando se avecina un posible derrumbe de la bolsa, cuando el público en múltiples encuestas muestra enojo y hostilidad a esa agrupación, es hora del acuerdo.

Y como podría no alcanzar con Reid, y como el presidente Obama limita su participación a arengas y demostraciones de fuerza, están convocando hasta al vicepresidente Joe Biden para que por favor venga, impulse el arreglo y de hecho, salve al partido Republicano. O por lo menos, como ruega el senador John McCain, que no lo humillen.

Que es de lo que ahora se trata. Quien pierde es obviamente el estadounidense de a pie. Ahora está rumiando la venganza, pero ésta llegará recién en noviembre de 2014, en las elecciones nacionales de medio término.

¿Y los detalles? Obama y los demócratas piden que antes de negociar, los republicanos permitan la reapertura del gobierno y extiendan aunque sea por unos meses la amenaza del cese de pagos, el default. Pero están negociando ya las condiciones del acuerdo final, que incluirá más recortes sociales. Los republicanos por su parte - aún divididos - han dejado de lado la demanda de cerrar Obamacare. Piden extender los recortes ya existentes y denominados sequester, que derivan del fracaso de los partidos en llegar a un acuerdo en 2011. Piden también incrementar los recortes generales del presupuesto y reducirlo en unos 100,000 millones de dólares. Pero también piden incrementar el presupuesto del Pentágono, el militar.

Agrega la agencia Associated Press:

WASHINGTON (AP) — El presidente Barack Obama se reunirá en la Casa Blanca el lunes por la tarde con los líderes de ambos partidos en el Congreso.

Los legisladores que acudirán son Harry Reid, líder de la mayoría demócrata en el Senado; Mitch McConnell, que encabeza la minoría republicana en esa misma cámara; el republicano John Boehner, presidente de la Cámara de Representantes, y Nancy Pelosi, al frente de la minoría demócrata en ese cuerpo legislativo. El vicepresidente Joe Biden también asistirá.

La última vez que se reunieron Obama y los líderes legislativos fue el 2 de octubre.

El mandatario reiterará su deseo de que el Congreso apruebe los proyectos de ley que permitan reabrir el gobierno y elevar el tope de endeudamiento federal, al tiempo que especificará claramente que "no pagará una recompensa" a cambio de que los legisladores tomen esas medidas, informó la Casa Blanca.

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