Unidad republicana: señales de fisuras

Se resquebraja la unidad republicana: primeras señales
House Speaker John Boehner of Ohio pauses during a news conference on Capitol Hill in Washington, Tuesday, Oct. 8, 2013, as the partial government shutdown enters its second week with no end in sight. Democrats controlling the Senate plan to move quickly toward a vote to allow the government to borrow more money, challenging Republicans to a filibuster showdown as the time remaining to stop a first-ever default on U.S. obligations ticks by. (AP Photo/J. Scott Applewhite)
House Speaker John Boehner of Ohio pauses during a news conference on Capitol Hill in Washington, Tuesday, Oct. 8, 2013, as the partial government shutdown enters its second week with no end in sight. Democrats controlling the Senate plan to move quickly toward a vote to allow the government to borrow more money, challenging Republicans to a filibuster showdown as the time remaining to stop a first-ever default on U.S. obligations ticks by. (AP Photo/J. Scott Applewhite)

Signos adicionales de fisuras en el frente unido que presentaron los republicanos hasta ahora en su lucha contra el gobierno del Presidente Obama se presentaron en la última jornada.

El New York Times estima en un análisis, publicado este miércoles 9, que los republicanos en la Cámara de Representantes, en el noveno día del cierre del gobierno, aparecen cada vez más aislados hasta de sus más fuertes simpatizantes".

Así lo estimó también el analista y editor del Huffington Post, Howard Fineman.

"Micheal Needham, gerente general del poderoso grupo Heritage Action, dijo que se oponía a condicionar el crucial voto para incrementar la autoridad del gobierno de solicitar préstamos a la meta principal de dejar sin fondos Obamacare", dijo este miércoles Fineman.


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¿El motivo? Quizás porque Needham, "un producto de la Escuela de Negocios de Stanford", se dió cuenta de lo que expertos en finanzas y banca están repitiendo a gritos desde hace semanas: que "el fracaso en subir el techo de la deuda de hecho perturbará la economía global".

A lo que Fineman se refiere es a la creciente fisura entre el ala militante radical del partido republicano, concentrado en el movimiento populista Tea Party, y el soporte tradicional del partido - los hombres de negocios, millonarios, banqueros y financistas. Incluso la Cámara de Comercio de Estados Unidos, uno de los principales frentes contra la administración Obama y activo donante en la campaña electoral presidencial que finalizó en noviembre a la causa republicana, se ha puesto del lado de quienes, alarmados, piden que se solucione lo antes posible la crisis financiera. Lo mismo hizo este miércoles la Federación Nacional de Minoristas, otro aliado republicano.

Si el Congreso no aprueba el derecho del gobierno a solicitar préstamos antes del 17 de octubre, cuando vence el actual permiso anual, sobrevendrá según el presidente Obama y el presidente del Banco Federal un posible "caos" o "desastre financiero", equivalente a una bomba nuclear global financiera.

Por su parte, el congresista de Wisconsin Paul Ryan - candidato republicano a vicepresidente en noviembre pasado - publicó esta mañana un artículo de opinión en el Wall Street Journal, en el que menciona la posibilidad de que los republicanos acepten reabrir el gobierno federal y posibiliten los pagos, a cambio de importantes concesiones en Seguridad Social y Medicare (refiriéndose a recortes en los beneficios para "ahorrar fondos"), pero sin mencionar Obamacare.

Algunos de los más acérrimos enemigos políticos de Obama en el Congreso pusieron en duda esta aseveración, diciendo que el verdadero problema solamente comenzará con los pagos de noviembre, que los de octubre serán mínimos (especialmente en pagos a los jubilados), que el Presidente trata de aterrorizar a la nación y que lo importante es que los dueños en el exterior de bonos oficiales recibirán sus pagos.

Heritage Action, dice Fineman, es un grupo financiado por aliados corporativos, millonarios y donantes de pequeñas sumas que se convirtió en uno de los más importantes de la "nueva generación de grupos conservadores". Los hermanos Koch donaron medio millón de dólares a sus arcas. Durante el verano el grupo organizó numerosas asambleas populares para oponerse a Obamacare y demandar fundamentales cambios en el sistema de seguridad social.

La fisura que notó Fineman parece ampliarse a medida que reverberan las propuestas que hizo - en una conferencia de prensa - el Presidente Obama al líder de la Cámara de Representantes John Boehner, en el sentido que aceptará negociar "todo" si ésta permite que se reabra el gobierno y que se paguen las deudas de Estados Unidos, aunque sea limitado al período de negociaciones - estimado en seis a ocho semanas.

Boehner calificó la oferta como una demanda a "rendición incondicional" de los republicanos y la rechazó. Sin embargo, si no es el daño que se está causando a la población estadounidense por el cierre del gobierno y el peligro de cesación de pagos, podría hacerle cambiar de opinión una serie de encuestas que muestran que el público culpa de la crisis, ante todo, a los republicanos de la Cámara de Representantes que él encabeza.

Por eso, el columnista del Washington Post Sean Sullivan escribe este miércoles que Boehner quizás no tenga otra alternativa que aceptar esa misma "rendición incondicional".

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