Cómo manejar la ansiedad y la depresión post parto

Las mujeres que hemos parido conocemos los post partum blues o ansiedad post parto porque, en mayor o menor intensidad, nos ocurre a todas. Suele durar no más de tres semanas. La condición se atribuye a los cambios hormonales en el cuerpo femenino, la falta de sueño suficiente y el estrés de adaptarse a las nuevas circunstancias. Ya que es de naturaleza fisiológica, es inevitable y normal, y no requiere tratamiento médico.

Los síntomas son:

• Cambios súbitos de ánimo
• Tristeza
• Nos sentimos abrumadas y ansiosas
• Lloramos de momento y sin razón aparente

Hablamos de depresión post parto como si fuera lo mismo que post partum blues, pero no es igual. Su diferencia es la gravedad y la duración. Del 9 al 19% de las nuevas madres llegan a padecer de depresión post-parto, que empieza en cualquier momento durante los 12 meses después del parto, dura más de un mes, y requiere tratamiento médico.

A los síntomas anteriores se añaden:

• Sensación de que la vida no vale la pena vivirse.
• No quieres comer.
• No te quieres levantar de la cama.
• No ves un futuro para tu familia ni para ti.
• Te sientes incompetente ante todo lo que tienes que hacer, principalmente ser mamá.
• Te sientes infeliz y preocupada.
• Tienes pérdida de energía o demasiada energía.
• No puedes concentrarte.
• No cuidas de ti.
• Te sientes emocionalmente adormecida o vacía.
• No te interesan las cosas que disfrutabas.
• No te interesa el bebé.
• Sientes que no vales nada.
• Te aíslas.
• Temes hacerte daño o hacérselo al bebé.
• Te sientes culpable.

En ocasiones el cuadro se complica al sentirte culpable y llena de miedo porque piensas que eres incompetente en el cuido del bebé. También te confunde la leve sensación de rechazo ante la nueva responsabilidad. La sociedad te cría con la mística de lo maravilloso que es ser madre y espera de ti (tú también lo esperas de ti) un amor incondicional automático hacia ese bebé. Se supone que lo amas desde el primer instante y que no debes entristecerte ni enojarte por lo que se te viene encima. Normalmente, a la nueva madre no se le explican bien las presiones que va a tener que sobrevivir; solo se le envuelve en la ilusión de la maternidad. Te encuentras de frente con tu vida trastocada y sin poder dormir, y por más que hayas deseado ese bebé y estés feliz porque nació, sientes a veces un leve rechazo que te hace sentir frustrada y mala madre. Esa culpa por sentir lo que “no se supone que sientas”, empeora tu estado.

Las mujeres que tienen hijos indeseados o fueron abandonadas tienen presiones multiplicadas. El rechazo, la culpa, la falta de apoyo, historial médico y familiar se suman al parto, que es el gatillo perfecto para una depresión clínica que se convierta en psicosis.

¿Cómo manejas la ansiedad post-parto (post partum blues)?

• No te asustes con las noticias sobre las mujeres que matan a sus hijos y se atribuye a una depresión post parto prolongada. Para llegar a algo así, tiene que haber una predisposición psicótica y una depresión clínica no tratada. A muchas recién paridas les da ansiedad y depresión post parto y no matan a nadie. A todas nos dan post partum blues y tampoco hacemos daño a otros.
• Infórmate sobre los síntomas de la ansiedad y de la depresión post parto. Tan pronto te sientas demasiado emotiva, consulta a tu médico (tu ginecólogo obstetra) para que te aconseje y te dé seguimiento.
• Pide ayuda a tu pareja para que te apoye mientras pasas la etapa. Las actitudes de la pareja durante el período post parto son cruciales para que esta etapa sea breve.
• Pide ayuda temporal a tus familiares y amigas no solo con el bebé, sino con las tareas del hogar, para que descanses.
• Si estás totalmente sola porque no hay alternativa, toma unos minutos entre las alimentaciones del bebé, aquiétate y respira hondo. Cuando tengas mente y fuerzas solo para cuidar a tu bebé, no te pongas presión (si eres Doña Perfecta, esta es tu prueba de fuego). Deja la casa como esté y descansa un poco, ve televisión, escucha tu música favorita, llama a una amiga o a un familiar, distráete de alguna manera. Hay mujeres hiperactivas que aplacan los nervios trabajando, pero si no descansas, tu situación puede empeorar.
• Ubícate en el aquí y ahora. Lo que estás viviendo va a pasar, tus hormonas volverán a su lugar y vas a sentirte bien. Cuídate de regresar emocionalmente a momentos negativos de tu vida y relacionarlos con lo presente. Deja atrás el pasado, aunque sea reciente.
• Si la condición se prolonga más de 3 semanas, busca ayuda profesional. La depresión post parto es un disturbio mental serio que requiere atención.

En nuestro mundo, cada cual vive su vida y muchos piensan que los demás se las deben arreglar como puedan. Sin embargo, las nuevas madres deprimidas pueden afectar a mucha gente si no se les ayuda. En muchas familias, las abuelas llegan “al rescate” y la nueva generación de papás ayuda de noche si trabajan fuera, o se toman vacaciones para ayudar. Y si abuela y papá no están disponibles…

¿Cómo ayudas a una nueva mamá a manejar su ansiedad post parto?

• Brinda unas horas al día para atender al bebé o recoger la casa, lavar la ropa, cocinar o llevarle comida a la recién parida. Hay amigas y grupos religiosos que preparan calendarios y se ponen de acuerdo para compartir la carga de la nueva mamá durante unas semanas.
• Presta tu oído paciente, certero y positivo para que pueda conversar contigo por teléfono o personalmente. Sugiérele alternativas que la ayuden a superar su estado de ánimo antes de que se convierta en un problema mayor.
• Cuando visites a la nueva mamá, llévale su postre o comida favorita, chocolates, mantecado, flores, música, o lo que pienses que la haga sentir importante.
• La madre primeriza se estrena, cansada y con sueño, cuando tiene citas ginecológicas o pediátricas. Entre sus emociones y la organización de llevar cargador, bebé, coche, bolso, cartera y hacer preparativos para salir, se desespera cualquiera. Acompáñala en sus primeras visitas pediátricas y ofrece cuidar al bebé mientras ella visita su médico.
• Ofrécele a mamá cuidar al bebé mientras ella va a arreglarse el pelo y hacerse las uñas, o para que salga con su esposo. Son momentos de respiro y de levantar su auto imagen.
• Si observas que los síntomas de ansiedad se prolongan, sugiérele buscar ayuda profesional.