LAS VEGAS - Cobijados por el calor de más de medio centenar de fanáticos los protagonistas de The One hicieron la entrada oficial al MGM Grand de Las Vegas, Nevada.
Acompañados de mariachi y porras, el primero que hizo aparición fue el mexicano Saúl Álvarez, quien no sólo pondrá en riesgo la calidad de invicto si no que también pondrá sobre la línea las coronas Superwelter de la Asociación Mundial de Boxeo y del Consejo Mundial de Boxeo.
“Estoy muy contento. Este es mi momento, ya estoy ansioso porque suene la campana y comenzar a cumplir mi sueño”, dijo el tapatío, quien a sus 23 años enfrentará al número uno de los libra por libra.
'Canelo', quien iba escoltado por su equipo, declaró que más que sentir presión, es un gran compromiso con los fanáticos que lo han apoyado desde el principio.
El pelirrojo insistió en que el reinado de Mayweather llegó a su fin y ahora es el turno a nuevas generaciones APRA que reinen el deporte de los puños.
Después de que 'Canelo' terminó de atender a fanáticos y medios de comunicación, llegó el turno de Floyd Mayweahter – quien estaba programado para llegar a las 3 de la tarde – pero fiel a la costumbre de llegar tarde, hizo esperar cerca de 40 minutos a los que lo esperaban con la intensión de obtener un autógrafo o una fotografía.
Floyd no decepcionó. A pesar de llegar con casi una hora de retraso, el multicampeón afroamericano se dio el lujo de atender a una centena de aficionados que lo esperaron desde la entrada hasta donde empezaba la alfombra roja.
Con paciencia y tranquilidad el peleador de 36 años recorrió en a penas media hora un par de metros firmando guantes, fotos y playeras, además de sacarse fotos con cada uno de los que se lo pidieron.
Sin dejarse presionar por los tiempos, el nativo de Grand Rapids llegó al ring al centro del lobby del hotel y agradeció a todos los presentes por su apoyo.
“Lo único que puedo decir es que 'Canelo' no es el futuro del boxeo y el sábado voy por el 45-0”, inició diciendo Mayweather, quien realmente disfrutó de su entrada al lugar en el que ha peleado en ocho ocasiones de manera consecutiva sin que su posición como número uno del mundo se vea amenazada.
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