Una empleada de la escuela charter Ronald E. McNair en Georgia fue quien mantuvo la ecuanimidad mientras hablaba con una operadora del servicio de emergencia del 911 y quien logró convencer al pistolero - quien ya había hecho varios varios disparos dentro del plantel- que entregara el arma.
La mujer ha sido identificada como Antoinette Tuff y el día del tiroteo le habían orientado que permaneciera en la oficina administrativa de la escuela primaria, sin imaginar, que ella sería una pieza clave en alertar a las autoridades y prevenir una desgracia con resultados similares a la experiencia del tiroteo en la escuela Sandy Hook de Newtown.
A pesar del confuso y estresante escenario, Tuff lograba hablar con la operadora del 911, describirle la situación y el diálogo que mantenía, a su vez, con el pistolero.
El atacante fue identificado como Michael Brandon Hill, de 20 años de edad, y le confesó a Tuff que "no le importaba morir" y que tenía problemas mentales.
FOTO DEL PISTOLERO
Michael Brandon Hill disparó en seis ocasiones y cargaba un rifle semiautomático AK-47 y más de 500 balas. Ningún niño, profesor o trabajador de la escuela primaria resultó herido.
El tiroteo en Decatur, Georgia, pasa a engrosar la trágica lista de ataques criminales contra niños en sus escuelas, que han suscitado un enérgico debate sobre el derecho a portar armas, ante la evidencia de que los atacantes pudieron comprar legalmente, impunemente, armas de grueso calibre, silenciadores, chalecos antibalas y miles de cartuchos.
Por otra parte, quienes defienden la interpretación de la Primera Enmienda constitucional aducen que se debería armar a los maestros en las escuelas para que hagan frente a estos atacantes.
Algunos de estos incidentes no son tan tristemente célebres como otros, pero son más y más frecuentes.
Así, el 6 de junio de este año, 6 personas - incluido el atacante - resultaron muertas y 4 heridas cuando un joven realizó un baño de sangre dentro y en las inmediaciones de la Escuela Comunitaria Santa Mónica, en la ciudad californiana del mismo nombre. Antes de atacar a personas al azar, el hombre mató a su padre y a su hermano en la casa de la familia.
El 29 de abril hubo un tiroteo en la escuela católica La Salle de Cincinatti, Ohio. John Poynter aparentemente quería suicidarse y quizás matar a otros, pero fue el único herido. Sobrevivió a sus heridas.
El 18 de marzo, en la universidad de Florida Central, James Oliver Seevakumaran inició un operativo para matar una gran cantidad de gente, pero la primer persona que detuvo, su compañero de habitación, logró huir y alertar a las autoridades, luego de la cual Seevakumaran se quitó la vida.
El debate sobre el control y tenencia de armas no termina.
FOTOS: TRAGEDIA DE SANDY HOOK
