Ben Affleck y Matt Damon eran amigos de la infancia. Daniel Day Lewis escoge sus libretos con mucha sabiduría. Angelina Jolie y Brad Pitt viven una intensa vida familiar y se apoyan el uno al otro. Merryl Streep ha sabido balancear su exitosa carrera artística con un matrimonio feliz. Esos comentarios suenan muy íntimos, como si los hiciera un familiar o amigo cercano. Los dijo una profesional exitosa que no puede pasar el día sin leer sobre celebridades y es asidua lectora de People.
Las vidas de las celebridades son la pasión del público de todos los niveles sociales, educativos y económicos. Esas son las noticias que se leen, escuchan y comentan como si fueran chismes familiares, la gente se los cree y los aceptan como verdades sin considerar que detrás de ellas hay publicistas y mucha estrategia de mercadeo. Miles de industrias devengan miles de millones de dólares por alimentar ese hambre de conocer lo que hacen, usan y dicen los famosos que tal vez nunca conoceremos personalmente. Los seguimos, los imitamos, adoptamos sus estilos de vestir y su maquillaje, y basta con que endosen un producto para que las fans salgan corriendo a comprar. ¿Por qué será? ¿Porque tienen lo que no tenemos? ¿Porque no tienen lo que tenemos? Hay varias teorías:
1. Por entretenimiento – Las noticias de contenido liviano sobre alguien lejano que no nos afecta despejan por un rato la mente ocupada en asuntos complicados. Nos refrescamos, nos relajamos y volvemos a ocuparnos de lo nuestro con nuevas energías.
2. Aunque suene cruel, por sentir alegría ante el sufrimiento de otros, según el Dr. Jay Winner. Se piensa que el dinero hace la felicidad. Ver a alguien que lo tiene todo y sufre en situaciones como divorcio, abuso de substancias o enfermedad, pone en duda esa ilusión de que el dinero basta para ser feliz. Entonces la gente se conforma con su vida y piensan que no están tan mal, o sienten cierta satisfacción perversa cuando ven que alguien que tiene dinero, fama, poder, belleza y el mundo a sus pies, se siente tan miserable como ellos.
3. Cuando a los famosos les va bien, sus seguidores viven a través de ellos lo que no tienen, y fantasean con poseer lo mismo algún día.
4. Por aspirar a tener la apariencia física de ellos. La gente tiende a interesarse más en los famosos más atractivos en la ilusión de lucir igual.
5. Por sentir la ilusión de conocerlos. Si son actrices o actores, vemos cómo sus personajes enfrentan sus retos en las películas o programas de televisión. Pero conocer ese personaje termina al final de la película o del programa. Al frustrarse la curiosidad por conocer más sobre el personaje, queremos al menos conocer más sobre el actor.
6. Por el impacto de “lección” que recibimos ante los errores de las celebridades. Mario Lavandeira, columnista de celebridades, compara la compulsión de seguir los errores de los famosos a la costumbre de detenerse y mirar una escena de accidente. El que ve de cerca un accidente de auto, tiende a ser más cuidadoso cuando guía. Ese mismo fenómeno ocurre cuando se trata de una celebridad. Su error o problema se difunde a mayor escala y más gente se identifica y evita cometer el mismo error.
7. Por familiaridad, dice Robert Thompson, profesor de cultura popular de la Universidad de Syracuse. Cuando los extraños buscan algo para chismear, necesitan un tema en común que no es precisamente el de sus amigos o familiares. Las celebridades son la opción ideal.
8. Escapismo- Seguir a las celebridades es una forma de escapar a las propias realidades y separarse del mundo real, al menos por un rato. Es saludable en dosis moderadas, dice Judith Kuriansky, psicóloga clínica de New York que enseña en Columbia University Teachers College.
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