Se les conoce como "Las Pirañas", son ladrones, venezolanos, asentados en el estado de Zulia (extremo noroccidental), y el negocio que desarrollan les deja cientos de bolívares o dólares: roban pelo de mujeres, pero no cualquier pelo, prefieren las melenas lisas.
Operan, especialmente, en los centros comerciales y escogen a sus víctimas, mujeres que llevan el cabello suelto y, de forma muy discreta, le colocan una pistola y le piden que se hagan una coleta y ahí va el tijeretazo para robar el pelo.
La alcaldesa de Maracaibo, Eveling de Rosales, advierte que se ha establecido un "operativo de seguridad ciudadana" para "vigilar y evitar" que el inusual délito se siga extendiendo.
Mariana Rodríguez contó su experiencia cuando paseaba por un centro comercial de Maracaibo, con el cabello suelto y de repente “dos mujeres me abordaron creí que me iban a quitar el celular, porque lo tenía en la mano en ese momento... sacaron una tijera, no me dio chance de pensar ni de correr ni nada y cuando veo ya no tenía cabello".
De acuerdo con Globovision la compra de extensiones de pelo se ha incrementado en los últimos meses en esa región venezolana en un 30 por ciento.