Este lunes la Federación Mexicana de Fútbol dio a conocer que dos jugadores de la Liga MX dieron positivos en el examen antidoping rutinario en la jornada 1. Por reglamento evitaron dar a conocer los nombres de los implicados, pero sólo lograron levantar una nube de suspicacias.
Un día más tarde el presidente de la Comisión Disciplinaria, Eugenio Rivas, hizo oficial en conferencia de prensa que la sustancia encontrada es clembuterol, un anábolico que promueve el crecimiento muscular e inhibe la acumulación de grasa en el cuerpo.
Tanto Rivas como el presidente de la Liga MX, Decio De María, se han adelantado a las investigaciones y han calificado el incidente como un posible caso de contaminación accidental de parte de los futbolistas, como ya ha pasado en el fútbol mexicano.
En 2011 la selección mexicana que participaba en la Copa Oro fue descubierta con varios de sus integrantes que habían consumido esta sustancia. Después de una investigación de un mes, se determinó que no procedía sanción alguna, pues se trataba de la ingesta de carne contaminada.
En México se ha detectado que al margen de la ley, ganaderos inyectan a las reces con esta sustancia para acelerar la engorda. Está comprobado que el ser humano adquiere este anabólico al consumir carne proveniente de estos ejemplares. El secretario de salud en 2011, José Ángel Córdova, aceptó según CNN que es un problema de salud social, más allá del ámbito deportivo.
ESPN reveló que el volante de Querétaro, Marco Jiménez, es uno de los futbolistas detectados en las prueba antidoping. El mismo medio señala que el otro implicado puede ser Jesús Corona del Cruz Azul.
"Estamos tranquilos, el jugador debe cuidar lo que consume, pero estamos hablando de una circunstancia muy particular en el país", dijo Ignacio Ambriz, entrenador de los Gallos Blancos.
El presidente del equipo queretano, Adolfo Ríos, negó que el jugador haya sido requerido o inhabilitado oficialmente, por lo que lo tienen considerado para jugar el fin de semana.
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