En abril y mayo, la noticia de que individuos habían logrado fabricar un revólver a partir de una impresora 3D con partes de plátstico, había dado la vuelta al mundo.
Los responsables - o irresponsables - de la presunta hazaña, además, colocaron los planos de fabricación del arma en línea. El diseño fue bajado más de 100,000 veces en dos días.
Si bien no era la primera vez que un arma de fuego es manufacturado a nivel casero, sí lo es utilizando una impresora que cuesta poco y en partes de plástico ABS fáciles de conseguir y que no se pueden detectar en, por ejemplo, aeropuertos, creando un problema grave de seguridad.
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Los precios de las impresoras 3D están bajando a medida que se producen en masa, y si bien la utilizada para el primer arma fabricada por la firma Defense Distributed costó 8,000 dólares, hay modelos en preparación cuyo precio será alrededor de los 1,000 dólares.
Y ahora, ya apareció el primer rifle de plástico. Y puede disparar, sin quebrarse, no una vez como los revólveres del mismo material, sino hasta 13 tiros. Luego, se quiebra el cañón (o cilindro).
Si bien el percutor inicialmente debe ser de metal, es solo cuestión de tiempo (poco) hasta que se desarrolle esta parte - que golpea el cartucho - totalmente de plástico.
El "fabricante" del fusil, que se puede ver en el video que acompaña la noticia, solamente dio un nombre propio - "Matthew" - y prometió mejorar el modelo próximamente.
En Estados Unidos, la fabricación del arma no está prohibida. En Gran Bretaña, se permite poseer el diseño, pero para fabricar el arma se requiere un permiso especial.
La policía alemana ya adquirió un revólver, no se sabe si para adoptarla y fabricarla o para aprender a luchar contra sus portadores.