El nombre, ¿crea el destino?

JORGE ALEJANDRO LUIS ( GEORGE ALEXANDER LOUIS)

El nombre George (Jorge) viene del idioma griego y significa “trabajador de la tierra”. Alexander (Alejandro) es un nombre latinizado del griego y significa “defensor de los hombres” o “protector de la humanidad”. Louis (Luis) es de origen francés y significa “guerrero famoso”. Si nos dejamos llevar por la teoría de que el nombre influye en la conducta, Su Alteza Real el Príncipe de Cambridge será un guerrero famoso que defenderá la humanidad y trabajará la tierra, en el orden que lo interprete cada quien. Y por supuesto, el nombre “Jorge Alejandro” ahora está de moda y el estereotipo se creó. Cuando escuches que alguien se llama “Jorge Alejandro”, pensarás en un príncipe.

Durante toda la historia de la humanidad se le ha dado importancia al nombre, sus connotaciones y cómo moldea la conducta y predestina al niño que lo recibe. Cada cultura y religión ha dado nombres a los niños de acuerdo a sus creencias. Al repetir el nombre a diario afirmaban como una programación y el niño sentía que debía cumplir un destino. Para cambiar la programación, a veces hasta cambiaban el nombre. Nosotros también programamos a nuestros hijos con su nombre.

Enseguida que te dicen un nombre, te haces un cuadro mental del físico de esa persona, de la voz y de su personalidad. Algunos nombres suenan aristocráticos y de galanes de novelas, y otros a gente de campo. Otros nombres suenan imponentes y otros corrientes, e igual esperas que sea la persona. Entonces conoces a la persona y te llevas una sorpresa: o su nombre lo describe más allá de tus expectativas o contradice lo que esperabas. No siempre las personas se parecen a lo que suenan sus nombres, pero el nombre influye en el carácter de una persona porque representa su identidad.

Estábamos desesperadas por saber el nombre del nuevo príncipe, pero escoger el nombre del bebé es una decisión importantísima. El nombre tiene un profundo impacto que permanece hasta la adultez; influye en lo que niños y adultos piensan de sí mismos y en lo que otros piensan de ellos.

• Si le das a tu hijo varón un nombre que se conoce como nombre de niña o suena femenino, está propenso a comportarse peor que otros varones con nombres masculinos y a desarrollar serios problemas de conducta.
• Los nombres demasiado únicos y diferentes causan a los niños problemas en relacionarse con maestros y compañeros de escuela. Para colmo no pueden deletrearlos y pronunciarlos ni ellos mismos y retrasan su habilidad de deletrear otras palabras.
• Las niñas a quienes se les da nombres masculinos tienden a estudiar matemáticas y ciencias, mientras las niñas con nombres femeninos tienden a estudiar humanidades. Esa es la fuerza de predisposición del nombre.
• Los maestros y la sociedad basan su trato en estereotipos de nombres. Los niños que tienen nombres que parecen venir de padres con poca educación, reciben un trato diferente (inferior) al de sus otros compañeros y su desempeño académico se reduce.
• El nombre afecta mucho la auto-estima. Puede sonar muy aristocrático, pero si al niño no le gusta, le baja su autoestima.
• Hay padres que prefieren para su hijo un nombre común y sencillo, mientras otros buscan un nombre inusual. Los nombres demasiado raros impactan al niño negativamente porque con la selección del nombre viene el estilo de crianza. Los padres que buscan nombres demasiado diferentes para que su hijo “sea único y sobresalga”, van a tener un estilo de crianza que enfatice que el hijo sea único y sobresalga de los demás.

De manera que si estás escogiendo un nombre para tu bebé, no pienses solo en lo bonito que te suena ese que te gusta tanto, sino hazte las siguientes preguntas:

• ¿Es fácil de deletrear y pronunciar?
• ¿Suena bonito, con personalidad y clase, pero no demasiado ajeno al círculo donde va a crecer?
• ¿Tiene un significado positivo, que le permita sentirse orgulloso y feliz de llevar ese nombre y le predetermine solo cosas buenas en su vida?
• ¿Es un nombre claramente masculino o claramente femenino?
• ¿No le impone presiones de ser tan único que esté condenado al rechazo o a la soledad?

El nombre de tu hijo es una decisión crítica porque lo define de por vida. Creo que los Duques de Cambridge dieron un gran ejemplo. Jorge Alejandro Luis es un nombre dentro de lo común y todavía suena elegante. El Príncipe de Inglaterra podrá vivir con su nombre.